Antes de robar, estuvo sentado en la vereda observando los movimientos de los clientes.
Caía la noche del lunes cuando un joven de aparentes 23 años ingresó a una panadería situada en calle Jorge Gómez de la ciudad de Caleta Olivia, y pidió amablemente a la empleada que entregara la recaudación.
La propietaria del local habló con El Patagónico y detalló que una empleada atendía la panadería atendió al sujeto advirtiendo que “estaba bien vestido, con una campera tipo fluorescente y actuó de manera amable, educada y sin alzar la voz, exigiéndole el dinero que había en la caja registradora”.
Si bien hacía ademanes de tener un arma de fuego en el bolsillo de la campera, pero nunca la exhibió.
Fue así que la empleada le entregó la recaudación que eran unos $12.000 pesos hasta ese momento, y el ladrón se retiró también sin prisa.
Los vecinos comentaron que antes del robo, el individuo sindicado de haber sido el autor permaneció varios minutos sentado en la vereda frente a la panadería aparentemente observando los movimientos de los clientes.
Se trata del tercer robo que sufre el comercio en diez años, aunque los dos anteriores fueron más violentos dado que los malhechores ingresaron con cuchillos y otro con un arma de fuego que si mostró.
