Cuando parecía que el volantazo que dio Piñera en su gobierno al renovar íntegramente su gabinete iba a apaciguar las aguas, manifestantes salieron nuevamente a las calles y se registraron violentos incidentes al enfrentarse con Carabineros.
Miles de manifestantes salieron nuevamente a las calles en Santiago, donde hace tres días se registró la manifestación más concurrida en la historia de Chile. Aunque esta vez, la jornada estuvo manchada de sangre.
Desde el gobierno de Chile se creía que las medidas adoptadas en estos días –renovación del gabinete, aumento de ayudas sociales, levantamiento de toque de queda y estado de emergencia- lograrían apaciguar al pueblo chileno, pero lejos estuvo eso de ser cierto.
Transcurrido el décimo día de conflicto en Chile –el más grave de los últimos 30 años-, la cifra de muertos aumentó a 20, mientras que se registran mil heridos y casi dos mil detenidos, entre ellos muchos menores.
El reclamo por una repartición más justa de las riquezas producidas por uno de los países más estables de Latinoamérica sigue en pie. Esta vez, manifestantes se congregaron en una zona cercana a Plaza Italia, en Santiago, mientras en Valparaíso decidieron reunirse en la zona céntrica de la ciudad.
En Santiago se registró un enorme incendio que afectó a un edificio, por lo que tanto departamentos como comercios apostados en aquella estructura y en sus cercanías tuvieron que ser evacuados.
Por otro lado, en Valparaíso las manifestaciones que tuvieron lugar en la Avenida Argentina fueron reprimidas con carros hidrantes cuando intentaban llegar al Congreso Nacional, donde diputados debatían proyectos que fueron enviados por el presidente Piñera.
En el país trasandino a pesar de las medidas tomadas por el gobierno chileno para calmar los ánimos, el reclamo sigue siendo firme, según el pueblo, en cuanto al pedido de renuncia del presidente Sebastián Piñera y a acabar con la corrupción y la injusta repartición de riquezas que reina en Chile desde la dictadura.
