Sastre y Luque, el “partido” del verano

El vicegobernador y el intendente de Comodoro juegan fuerte en los primeros días del año. Podrían ser figuras principales en la sucesión de Arcioni. Si la política fuese futbol cabría decir que el vicegobernador Ricardo…

lunes 04/01/2021 - 0:57
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El vicegobernador y el intendente de Comodoro juegan fuerte en los primeros días del año. Podrían ser figuras principales en la sucesión de Arcioni.

Si la política fuese futbol cabría decir que el vicegobernador Ricardo Sastre y el intendente de Comodoro Juan Pablo Luque son los únicos que han salido a la cancha con un volumen de juego considerable. Ambos anclados al peronismo, con matices. Porque Luque “no es” el oficialismo partidario recientemente consagrado, y Sastre acaba de amarrar en el puerto peronista luego de un largo periplo en el dasnevismo con el que llegó a la Legislatura, a la intendencia de su ciudad Puerto Madryn por dos períodos consecutivos, y a la vicegobernación como candidato de Chubut Al Frente, junto a Mariano Arcioni, repasa la columna “De puño y letra” de El Chubut.

Pero siempre con el corazón, las raíces y los “amigos” en el peronismo. Ambos tienen perfil de gestores, y despuntan como cabezas visibles de una puja que se verá fuerte en este año electoral, pero mucho más cuando comience a desandarse la sucesión de Mariano Arcioni.

Luque fue viceintendente, antes concejal y presidente de su bloque, y lidera un conjunto de intendentes que se desvela por renovar el peronismo de Chubut, luego de la serie de derrotas que vienen sufriendo. En honor a la verdad, el peronismo como tal no gana una elección desde que Das Neves fue reelecto en 2007. Cuando el fallecido gobernador rompió con el kirchnerismo y su partido el PJ, antes de las elecciones de 2011, luego impuso a Martín Buzzi como gobernador. Sí, Buzzi y su vice Mac Karthy luego se divorciaron de Das Neves y se abrazaron a Cristina. Pero perdieron contra Das Neves las legislativas de 2013 y las generales de 2015 por la gobernación, y más tarde Arcioni le ganó las elecciones al cacique comodorense Carlos Linares en 2019.

El peronismo tiene problemas serios para recomponer liderazgos y ganar una elección. Y Sastre y Luque podrían ser quienes tengan las mayores posibilidades de conseguir tal meta. Aunque llevan años en política, de algún modo expresan una renovación.

Este breve repaso histórico es necesario, para entender los primeros pasos de este año, y quién juega de cada lado.

EL PANORAMA DE CARA AL 2021

La tirantez “Puerto Madryn-Comodoro” se va a expresar fuerte durante 2021, en una suerte de división geopolítica minimalista en la que el peronismo del Valle juega menos. Tanto la capital petrolera como la portuaria han crecido en su economía, su matriz productiva, y en la generación de dirigentes de peso. Aunque ha sido Comodoro la que ha logrado dos gobernaciones “y media” en un puñado de años.

En el último decenio, han gobernado Martín Buzzi (cuatro años), Arcioni (tres años) y tres años de Das Neves, el último de su segunda gestión, y los primeros dos de la tercera, hasta que falleció. En esta puja regional que mezcla poder político y económico, Trelew fue retrocediendo. Al punto que hoy es la ciudad grande de Chubut con mayor cantidad de problemas sociales, de pobreza y desempleo, y que mayor asistencia social debe dar por habitante.

La que fuera “la más progresista” del sur argentino vive una involución cultural y de valores muy difícil de revertir. El actual intendente (reelecto) Adrián Maderna, con las herramientas de que dispone, administra la crisis y busca generar empleo de donde fuere, con lo que puede. Tal vez esta sea una de las razones por las que no aparece el jefe comunal de Trelew como “candidato natural” a la gobernación, algo que sí consiguen Luque y Sastre fácilmente. Pero este es el mapa, la “cancha” en la que se va a mover el mundo peronista desde ahora y hasta 2023.

DOS PERSONALIDADES

Sastre y Luque son muy distintos entre sí, aunque generacionalmente están ubicados en la misma franja. Sastre tiene 48 años y mayor recorrido político. Y sus años al frente de Deportivo Madryn le brindaron experiencia en conducción. Se sabe, fútbol y política tienen mucho parentesco. Que lo digan sino Carlos Eliceche, Hugo Moyano, y hasta Mauricio Macri. Es más “pícaro” (en el buen sentido) el madrynense, que aprendió a hacer política al lado de Mario Das Neves.

Luque es más formal y menos marketinero. Tiene, por lo que se ve, menos estructura también, aunque ha logrado armar una alianza fuerte con dirigentes de Trelew y Madryn, más lo propio que tiene en Comodoro. También es presidente de un club, Gimnasia de Comodoro.

Sastre ha aprendido a manejarse en los humores de las redes sociales, y piensa siempre en el impacto que cada iniciativa política tiene en los medios. En este aspecto, le lleva ventaja a Luque. Ambos conocen sus fortalezas y debilidades. Y han salido a trabajar duro en estos primeros días del año.

SE PUSO EL TRAJE

Al vicegobernador el traje de “gobernador” le quedó cómodo. Y en los primeros días hizo varias de esas cosas que ningún otro vicegobernador haría. En los meses de enfermedad de Das Neves, Arcioni pasaba desapercibido. Lo mismo entre 2003 y 2011, Mario Vargas “no se notaba” cuando debía reemplazar a Mario. Se ve que ese modelo a Sastre no le cae cómodo. El día del traspaso de mando cuando cruzó hacia la residencia con Arcioni, decidió que al día siguiente quitaría todas las vallas de la Casa de Gobierno y de la Legislatura. Alguien le preguntó. “¿Ricardo, y si hay lío?” y contestó “Los recibimos… antes de que haya problemas…”.

Luego, se anotó en el operativo de vacunación, antes en la teleconferencia con los otros 24 gobernadores y el presidente y se puso la Sputnik V para sostener la confianza en momentos en que arrecian las críticas y las dudas con la vacuna rusa. Después se reunió con el Poder Judicial. Jueces, defensores y fiscales lastimados y resentidos con Arcioni por las críticas, la negativa al presupuesto, y una reforma de la que el gobernador sólo adelantó el “trazo grueso”. Algún juez crítico salió a responderle, pero no mucho más. Allí fue Sastre a hacer de bombero. Y ayer anunció -foto con Oscar Antonena mediante- que esta semana se pagará una masa salarial completa (ver recuadro: “La película de los sueldos…”).

Sastre está usando el poder de gobernador con todos los atributos. De eso, no quedan dudas. Y lo hizo diferenciándose de Arcioni en la relación con los jueces, los estatales, y el Gobierno nacional. En la política local nadie entiende muy bien cómo es que el Gobernador no cortó sus vacaciones para encabezar el operativo de vacunación, por ejemplo.

Si le preguntan, el vicegobernador cree que esta provincia “se pone de pie en dos meses” con gestión política. Las diferencias con Arcioni, aunque han mejorado y mucho su relación, le hacen sentir a Sastre la seguridad de que sólo sería candidato a senador nacional si entran en el mismo paraguas el peronismo, Chubut Al Frente, dasnevismo, y todo el mundo “pan peronista”. No sería candidato de Arcioni para enfrentar al PJ. Estas definiciones serían más certeras cerca de marzo.

Es difícil para el comodorense Luque empardar semejante despliegue político desde la sureña capital petrolera. Pero tampoco se queda quieto. Cerró el año reunido con la senadora nacional Nancy González y con la presidenta del bloque del Frente de Todos Adriana Casanovas. Luque tiene poder en la Legislatura y cree que será central este año, por muchos temas, especialmente minería, matriz productiva, presupuestos, ingresos. Es decir, los temas de la economía. Y este lunes a las 11.00 de la mañana participa de una teleconferencia con el presidente Alberto Fernández con otros 19 intendentes del país, por obras de infraestructura. Comodoro fue seleccionada para obras de cloacas. Luque tiene una llegada silenciosa y certera al presidente y a varios ministros del gabinete nacional.

No habla mucho de sí mismo el intendente de Comodoro, pero explica claro sus posturas. Hace poco contó que a pesar de los desencuentros con Arcioni, su apuesta fue por la institucionalidad de la provincia. Sabe construir desde la política lazos con la producción. Con la petrolera, especialmente, también con el campo. Hoy parte a la esquila, por ejemplo.

Si hay un rasgo de Luque que se puede rescatar más allá de ser gestor, es su perfil “prudente”. Lidera una porción importante del peronismo, pero no se mete en la «grieta» ni en las divisiones internas nacionales, no “importa” líos externos a la provincia, ni se embandera con iniciativas cuestionadas. No lo van a ver “bancando” expropiaciones ni usurpaciones, por ejemplo.

El trabajo le ha dado algún fruto. En noviembre, una encuesta de la consultora porteña Trespuntozero, que se hizo por encargo del jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, le da a Luque un diferencial de imagen positiva alentador. Esa encuesta tiene un desagregado muy minucioso de 48 páginas sobre Chubut. Fueron medidos casi todos los dirigentes. Y Luque, sin participar en absolutamente nada de la elaboración, es de acuerdo a ese estudio el que más mide, con un margen de desconocimiento en el que debe trabajar si quiere pelear la gobernación en 2023.

Como se ve, y en apenas tres días, ya se nota quiénes serán “los jugadores del verano” en un tablero donde hay más protagonistas, que de momento parecerían estar más lejos del “fuego” político veraniego.

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