Tres delincuentes, dos de ellos fuertemente armados, asaltaron en la tarde de la víspera un almacén y el dueño entregó hasta la caja registradora tras encañonar al propietario, mientras su familia se encontraba en la vivienda situada detrás del local.
Al damnificado no le quedó más alternativa que entregar la caja registradora con dinero y tarjetas telefónicas, bajo la amenaza de los malvivientes en un nuevo asalto registrado en jurisdicción de la comisaría distrito Mosconi en el almacén “Tweety”, ubicado sobre la calle Los Petroleros, casi 13 de septiembre, frente a la plazoleta del barrio.
Según comentó a Diario Patagónico el damnificado, que prefirió resguardar su identidad y se mostró angustiado por la situación vivida, fueron tres los delincuentes que irrumpieron en el almacén.
En ese momento, el comerciante se encontraba solo en el local, aunque su esposa y sus hijos estaban en el interior del domicilio, en la parte trasera del inmueble. Estos no advirtieron ruidos extraños hasta que encontraron al hombre en el suelo una vez que huyeron los asaltantes.
En cuestión de pocos segundos, los dos individuos armados amenazaron a su víctima, mientras el tercero hacía de “campana” en la puerta del almacén.
Los delincuentes pidieron dinero y tarjetas telefónicas.
En la desesperación, el comerciante atinó a tomar la caja registradora y se la entregó a uno de los ladrones. Los malvivientes, al parecer conformes con el botín, obligaron al almacenero a arrojarse al suelo boca abajo y escaparon a pie por la misma calle Los Petroleros.
La banda se alzó con una suma de dinero no precisada y tarjetas telefónicas que se hallaban en el interior de la caja, detalló el comerciante.
Tras este primer robo en ocho años que funciona el comercio en ese sector del barrio Las Orquídeas, la esposa del comerciante corrió hacia la calle en pedido de auxilio, considerando que la plazoleta ubicada a escasas cuadras del almacén esa zona es muy concurrida por los vecinos y por los adolescentes cuando se retiran de la Escuela 742.
La policía se entrevistó con vecinos y transeúntes para ver si habían visto a los autores del robo. Se desconocía si abordaron algún vehículo a las pocas cuadras para emprender la fuga.
