Radiografía de una actualidad calamitosa: “La copa de leche ha mantenido muchas trayectorias”

Las instituciones educativas cada vez cumplen un rol más importante en la alimentación de los más chicos debido a la dificultad de las familias para acceder a productos básicos. Sin embargo, con la crisis educativa que deriva en establecimientos sin funcionar, los jóvenes se quedan sin esa alternativa.

jueves 28/09/2023 - 0:35
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Este miércoles el INDEC dio a conocer que en el primer semestre del 2023 la pobreza ascendió al 40% y afectó a 18,5 millones de argentinos, entre ellos muchísimos jóvenes y niños.

En tiempos donde el acceso a los productos básicos se dificulta por la inflación imparable que azota las arcas familiares, las instituciones educativas cumplen un rol preponderante a la hora de reforzar la alimentación de los más chicos, o incluso ser la única alternativa para comer en el día.

Así se ve reflejado en el testimonio de Mariana Glatigny, vicedirectora de la Escuela N°7717 del barrio Stella Maris, quien sostuvo en diálogo con el programa Fuerte y al Medio que “la copa de leche ha mantenido muchas trayectorias”.

En su observación del comportamiento de la comunidad educativa que dirige, muchos jóvenes no dejan de asistir a la escuela para no perder la posibilidad de alimentarse en la institución.

“La deserción fue muy importante en esta escuela, donde los primeros años estaban saturados y terminaban egresando solo 15 alumnos, pero hoy tenemos dos sextos, y apostamos que fue la copa de leche”, sostuvo la directiva.

En la misma sintonía, enfatizó que “hay alumnos que vienen especialmente por la copa de leche, que es fundamental”. En el caso de la escuela donde cumple funciones, “cuando nos sobra fruta o bizcochuelo lo dejamos en la entrada y ellos comen para estar bien alimentados, colaboramos en lo que podemos”.

La falta de clases no solo genera caos en materia educativa, sino también en lo social y el desarrollo de los estudiantes, que luego acusan las consecuencias a nivel psicológico.

“Por el momento tenemos situaciones de estado psicológico, los chicos manifiestan una angustia tremenda porque la escuela es un sistema de contención muy importante en base al equipo pedagógico. Los profes se vinculan con los estudiantes de manera más amena y se forma un sistema muy lindo e importante para ellos”, graficó Glatigny.

Otro de los aspectos en los que colabora la comunidad educativa es en la vestimenta de los estudiantes. “Nosotros tenemos en el turno tarde un ropero donde ponemos ropa, zapatillas, hay chicos que en invierno vienen con un buzo fino o remera”, describió la vicedirectora.

La falta de clases genera una merma considerable en varios aspectos de las vidas de los jóvenes, cuyos padres reclaman la urgente vuelta a las aulas pero siguen sin obtener respuestas de un gobierno provincial que ostenta el triste récord de no llevar un año normal de clases en toda su gestión.

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