Quiénes pagarán la devaluación que se viene

En vísperas de una devaluación que se perfila tan inevitable como contundente, conviene ir pensando en quiénes serán los ganadores y quiénes los perdedores de una medida que, por su impacto, puede marcar los primeros…

viernes 11/12/2015 - 10:37
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En vísperas de una devaluación que se perfila tan inevitable como contundente, conviene ir pensando en quiénes serán los ganadores y quiénes los perdedores de una medida que, por su impacto, puede marcar los primeros meses del gobierno del presidente Mauricio Macri.

davaluacion

Hay devaluaciones que salen bien y otras que salen mal, pero una cosa es segura: el peso valdrá menos y perderán quienes tienen sus ingresos en esa moneda, es decir, la mayoría de la población. Que pierdan menos o pierdan más dependerá de las decisiones y la habilidad del nuevo gobierno.

Por ejemplo, la devaluación de la presidenta Cristina Kirchner de enero de 2014 salió mal: cayó el salario real; los productos que el país exporta ganaron competitividad pero durante solo unos meses porque la inflación devoró esa diferencia en poco tiempo.

Esta devaluación que se perfila se debe a la decisión de Cristina Kirchner de mantener subvaluado el dólar como ancla para evitar una mayor inflación y como eje de una fenomenal red de regulaciones y subsidios que terminó frenando la economía: desde hace cuatro años, el país no crece.

Comprensiblemente, los funcionarios del nuevo Gobierno aseguran que no habrá un salto inflacionario porque —argumentan— los productos ya aumentaron sus precios; por las dudas, prometen un pacto social con empresarios y sindicalistas para retrotraer los precios al 30 de noviembre.

Además, anticiparon algunas medidas para evitar que los más pobres carguen con los mayores costos de la devaluación, como la extensión de la Asignación Universal por Hijo y la devolución del IVA en productos básicos.

En cambio, postergarán una de sus promesas de campaña: elevar el mínimo no imponible del llamado impuesto a las Ganancias, que habría moderado el impacto de la devaluación para los sectores medios y medios altos. Pero el drama es que no sabremos si se cumplirán las optimistas previsiones de las nuevas autoridades hasta que esa decisión esté en plena ejecución.

Podemos sí repasar qué ocurrió con una megadevaluación que dejó su huella en el país. Comenzó el domingo 6 de enero de 2002, cuando un Jorge Remes Lenicov de saco blanco porque no había tenido tiempo ni de cambiarse anunció la defunción de la paridad entre el peso y el dólar, y una devaluación del 40 por ciento: 1 dólar pasaba a costar 1 peso con 40.

El consenso de los políticos era que el peso estaba sobrevaluado en un 40 por ciento. Pero no era el consenso del mercado: el dólar se disparó rápidamente y el 13 de abril de 2002 ya había saltado a 3 pesos.

Primera enseñanza: con las devaluaciones, se sabe cómo comienzan, pero no cómo terminan. Depende de varios factores: la ganancia de competitividad que busque el gobierno, las reservas del Banco Central, las presiones de los grupos que más se benefician, el impacto en la inflación, la resistencia de los sindicatos, la reacción de la opinión pública (en especial, en este caso, de los votantes de Macri), etcétera. De todo eso depende cuánto valdrá el dólar en las próximas semanas y meses, según informó Infobae.

 

 

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