Qué va a pasar con los precios de los autos 0km si se elimina el impuesto a los autos de lujo

Las fábricas se lo solicitaron al Gobierno a pocos días de haber asumido como una de las urgencias del sector. La solución sería reducir del 20% a cero la escala 1 que castiga a los autos más accesibles del mercado, que se mantenían con el precio topeado para no pagar. Bajarán los precios o habrá un sinceramiento.

viernes 29/12/2023 - 12:19
Compartí esta noticia

“Pedimos que ajusten el impuesto interno, pero ellos no lo pueden cambiar, tiene que pasar por una ley. Lo que sí podría hacer es la Secretaría de Comercio es bajar a cero la alícuota del primer nivel. Entonces eso nos podría permitir que autos como nuestro Sandero no pague impuesto al lujo, que es un sinsentido”. Pablo Sibilla, Presidente y CEO de Renault Argentina, lo adelantó la semana pasada en el evento de lanzamiento de la línea modelos eléctricos E-Tech que la marca venderá en Argentina desde 2024, informó Infobae.

La baja de la alícuota de la escala 1 podría quedar en cero en los próximos días, iniciando el año 2024 con un mercado de precios sincerados que reemplace uno como el actual, que tiene precios “testimoniales” que no reflejan el valor que en verdad se paga en la red de concesionarios oficiales de todas las marcas. La pregunta es si los precios bajarían o simplemente se sincerarían a lo que se paga en la realidad. Vale una explicación.

Luego de la devaluación de la moneda posterior a la asunción del gobierno de Javier Milei, las listas de precios publicadas en diciembre tuvieron una actualización en casi todos los casos, salvo el de Stellantis que no los había comunicado y recién lo hizo el viernes 15 diciembre. Esas listas mostraron que el impuesto interno ya afectaba a los modelos más accesibles, cuyas versiones más equipadas no pudieron mantenerse fuera de la escala 1, que está fijada actualmente en torno a los 14,7 millones de pesos.

El impuesto interno es conocido por los argentinos como el impuesto a los autos de lujo. A través del mismo, los vehículos que se comercializan en el mercado argentino se dividen en tres segmentos de acuerdo a su precio o utilidad: la escala 1, en la que se les grava un arancel del 20%, la escala 2, que aumenta esa alícuota al 35%, y los que están exentos, tanto sea por tener un precio inferior al de la escala 1 como por ser vehículos afectados al trabajo.

El valor de esas escalas se aumenta trimestralmente para intentar mantener una relativa proporcionalidad con el aumento del costo de vida de la economía Argentina. Actualmente la escala 1 se aplica a los autos que superan los 14,7 millones de pesos y la escala 2 a los que están sobre los 27 millones de pesos. Está vigente desde el 1 de diciembre y se debería mantener así hasta el 29 de febrero. Pero con los valores de inflación mensual que se han registrado en el último año, una actualización cada tres meses no alcanza, con lo que empezaron a aparecer los “precios topeados” para que los modelos más económicos del mercado no entren en la escala 1 y eviten pagar un 20% de impuesto.

Así, la distorsión era tal que muchas marcas publicaron en reiteradas oportunidades sus listas de precios con toda la gama completa de un modelo en el mismo precio, algo que con el correr del año se convirtió en una normalidad distorsionada por la cual no solo terminó siendo toda una gama completa de un modelo, sino la de varios de una misma marca con el mismo precio.

Los “precios topeados” pasaron a ser “precios testimoniales”, porque la realidad indica que cuando un comprador entra a una concesionaria de autos a comprar uno de esos modelos de alto equipamiento al mismo precio que el de acceso de la gama, se encuentra con otro escenario: los sobreprecios que llegan al 50% de aumento sobre el precio de lista o la ausencia de stock para comprar esas versiones que están baratas, si el término se puede aplicar a un bien que cuesta más de 15 millones de pesos.

Por esa razón, la eliminación, suspensión o el término que se termine aplicando a la reducción del arancel de la escala 1 permitiría que la mayoría de los autos suban hasta el precio real que ya tienen. La diferencia estará en una menor recaudación de impuestos por esas operaciones, algo que a los consumidores no les cambia nada, sino al estado, y que era la razón para mantenerlo incluso haciendo el ridículo.

Para ir a dos casos concretos que expliquen la situación, se puede ver lo que ocurre con los precios de los dos autos más vendidos actualmente en Argentina, el Fiat Cronos y el Peugeot 208. El primero tiene cinco versiones, tres con precio topeado de $14.582.000 para no entrar en la escala 1, y dos por encima de ese tope, con precios de $17.566.000 y $18.956.000. Estos últimos dos modelos tiene el impuesto del 20% adicionado al precio.

El Peugeot, mientras tanto, tiene diez versiones, de las cuales siete tienen el precio topeado en $14.246.900, mientras que las restantes tres fueron sobre la escala 1 y tienen precios de $18.159.500, $18.857.700 y $19.699.600.

Los usuarios no deberían esperar, menos con la inflación real de diciembre, que esas las versiones que fueron alcanzadas por el impuesto interno bajen a unos 14,5 millones si se quita el impuesto. Lo que probablemente ocurra es que los modelos que estaban congelados se acerquen a ese valor, y lo que se refleje en las listas de precios de enero, sea que la inflación no impactará tanto en estos dos modelos y sí en los más baratos. Claro que las empresas pueden decidir colocar un modelo más accesible, que compita con los más económicos que hoy son los Toyota Etios (que deja de venderse en tres días) y Toyota Yaris en versiones base con versiones cercanas a los 13 millones de pesos.

Después será el mercado el que regule el movimiento de precios. “Es imposible trasladar el impacto completo de las medidas económicas a los precios. Cuando tenés ajustes tan grandes, nunca el traslado es inmediatamente del 100%. Depende también de la oferta y la demanda, porque si aumentás los precios y nadie te compra los autos, ahí hay que ponderar los aumentos. Si las ventas no suben para febrero o marzo, probablemente empiecen a aparecer bonificaciones que de algún modo bajen un precio que la gente no convalida con la compra de autos”, reconoció Sibilla.

Compartí esta noticia