Se trata del coronel Julio César Cuevas, uno de los líderes de la protesta policial. «No hubo intenciones de destituir a Correa», afirmó.
Negó que hayan buscado matar al Presidente y también desmintió el supuesto secuestro. «Él se negó a dejar el hospital», afirmó.
El coronel Julio César Cuevas de la Policía nacional de Ecuador en una entrevista radial habló sobre la rebelión de los policías de ese país la semana pasada y negó que se haya buscado un golpe de Estado.
Cuevas, un testigo clave de la revuelta, remarcó que en ningún momento hubo intenciones por parte de la Policía ecuatoriana de destituir al mandatario Correa y aseguró que los hechos pasaron por la falta de información respecto a la nueva Ley Orgánica de Servicio Público, lo que llevó al levantamiento y al malestar policial interno, por lo que se amotinaron en el Regimiento 1 de Quito y sitiaron el Hospital de Policía, en el cual Correa se había refugiado de las agresiones.
El comandante remarcó que después de los hechos fue llamado por la fiscalía para dar su versión de lo sucedido: “Fui culpado y tuve que demostrar si tuve o no participación en la revuelta en la que se temió por la continuidad de Correa».
Respecto a la supuesta conspiración, vinculada también al ex mandatario Lucio Gutiérrez, aseguró que se defenderá y demostrará su grado de participación. Además, remarcó: «Nada tuve que ver, fue un problema interno de la Policía que nunca buscó un golpe de Estado”.
Ante esta situación se le explicó a los sublevados cómo es el proyecto de ley y se les pidió que abandonaran el recinto policial. «Sin embargo, los hechos aumentaron en magnitud», remarcó Cuevas.
Sobre el supuesto secuestro de Correa, consideró que según su criterio el mandatario no estuvo privado de libertad y remarcó que hubo momentos en los que Correa tuvo malos tratos hacia el personal policial. “Se intentó sacarlo del hospital en dos ocasiones, pero Correa se negó a dejar el hospital», comentó.
Remarcó que está activo en su puesto de trabajo y denunció que fue citado por la fiscalía y privado de la libertad por 24 hs hasta que le leyeron sus cargos. No puede abandonar el país y debe presentarse ante el juez cada 15 días.
En la entrevista evitó tocar temas políticos debido a la situación jurídica en la que se encuentra, aunque denunció que violaron sus derechos humanos y civiles cuando lo apresaron sin cargos durante un día.
(Télam)
