La obligación de pago es por $195.000 y el rechazo a la renuncia al cobro se basó en la actual situación de lucro que dota al club de condiciones financieras para su abono. En la sesión de ayer también se aprobó el “bono” de fin de año de $1.750 para los empleados municipales y el pedido al Ejecutivo de auditoría informática a las máquinas expendedoras de boletos del servicio de transporte público.
El edil radical Jorge Camarda, titular de la comisión de cabecera, justificó el rechazo al convenio mediante el cual el municipio le condonaba la deuda al Deportivo Portugués. En la votación se abstuvieron los justicialistas Juan Maldonado, y Guillermo Almirón, Ana Bonaguro (Provech) y Ercira Paredes (vecinalismo independiente).
El club mantiene una deuda de $195.000 y Camarda señaló que a partir del arrendamiento de tierras al hipermercado Walmart, la situación actual de esa institución “dista bastante de ser similar a la que atravesaban otros clubes a las que se admitió la eximición de pago” de impuestos municipales.
Camarda subrayó que el rechazo del convenio implica que el club tiene deuda con la comuna, y que ésta deberá ser saldada a los fines de obtener en primer término el final de obra de las instalaciones de Walmart y finalmente la habilitación.
“Esto no significa un palo en la rueda, ni que el Concejo esté en contra de el establecimiento del supermercado. Se trata de que se cumplan todos los pasos que establecen las diferentes ordenanzas”, sostuvo.
Cristina Ziebart (PJ) enfatizó en esa línea en función de que es el cumplimiento de tales pasos los que resguardan la seguridad jurídica de la ciudad y que no se siente un precedente erróneo en lo atinente a clubes deportivos. En similares sentidos se refirieron también los también justicialistas Luis Zaffaroni y Carlos Rodrigues.
Mientras tanto, Guillermo Almirón –que como se dijo se abstuvo en la votación– indicó que el pedido de compensación del club no data del año en curso sino que hubo ensayos anteriores de al menos dos años que no se remitieron al cuerpo legislativo, para compensar la deuda con la contraprestaciones al municipio. Y aunque reconoció la actual solvencia del club para saldar la deuda, fundamentó su posición en lo manifestado con anterioridad.
También anticipó próximos expedientes de similar tenor que el Concejo tendrá a tratamiento, que se basan asimismo en instalaciones cedidas en su momento por la comuna al Obispado para fines educativos que también cambiará de uso de suelo a emprendimiento comercial y señaló a otro de similar tenor que todavía no reúne expediente.
“Creo que el debate debería haber comenzado con el uso que se le da al suelo, los tributos que deben cambiar en función de ellos, y las exenciones que tienen determinadas instituciones”, en referencia a la necesidad de subdivisión de los terrenos en cuestión.
(El Patagónico)
