En diálogo con Diario Crónica, expresó: “Cuando ya tenés 50 años buscás y buscás trabajo, pero es imposible y se me ocurrió hacer esto. Ya casi va a ser un año que empecé, el puesto lo pusimos en junio del año pasado”.
“Siempre trabajé en la construcción pero ahora está muy complicado para conseguir, también está el que te quiere dar el trabajo en negro y pero no quiere pagar lo que corresponde por el día, entonces es difícil”, señaló.
En esta linea, explicó que “vendiendo acá me rinde más porque hoy en día no sé exactamente cuánto le están pagando a un ayudante o a un albañil, estimo que serán más o menos $15.000 pero con eso vos no vivís. Ahora este es nuestro sustento, vivimos de esto”.
El hombre ofrece torta fritas, calzones rotos, bolas de fraile, y otros productos hechos por su esposa, sobre calle Tucumán y Córdoba. De lunes a lunes, a partir de las 15 horas, busca el ingreso económico para sustentar a su familia.
“Hay que buscar la manera para seguir adelante, más ahora que está complicadísimo, porque sino es imposible”, indicó.
Y agregó: “Nunca me había dedicado a esto, porque si vengo de familia con abuelas paraguayas y brasileras a quienes de chico uno miraba como cocinaban, traigo conmigo un poco de lo que se aprende de la familia. Por suerte, todo el año se vendió muy bien, solo paramos el 23 de diciembre y volvimos el 26, y luego paramos de vuelta el 30 y volvimos el 6 de enero”.
Los vecinos de la zona son los principales compradores, y según comentó, vende alrededor de 45 docentas entre toda su oferta.
“Yo tengo mis clientes y tengo una ventaja que es que vendo todo siempre calentito, porque acá a 15 metros de donde estoy es que se hace todo”, concluyó.
