Los trabajadores petroleros que están en huelga desde el 1 de abril desconocieron la disposición del Ministerio de Trabajo de la Nación y continúan con el paro por tiempo indeterminado, pero además exigen la renuncia del secretario general del gremio, Héctor Segovia.
Los casi 1.800 trabajadores que a media mañana de ayer volvieron a reunirse a la vera de la ruta 12, en el acceso a Cañadón Seco, aguardaron que retornaran de Buenos Aires los miembros de la comisión directiva (disidentes del grupo de Héctor Segovia) encabezados por Rubén Retamozo, para que dieran explicaciones de lo sucedido en la metrópolis.
Allí se corroboró que virtualmente a ese grupo no les dieron mucho margen para las negociaciones con las cámaras petroleras y que tuvo que limitarse a recibir la imposición de la viceministro de Trabajo, Noemí Rial, plasmada en una resolución que no aceleraba los tiempos de la puesta en vigencia del nuevo Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) y que el 10% de incremento mensual que se otorgaba por esa demora era algo que ya se había fijado en las negociaciones que con antelación pautó Segovia.
Al ser consultado por Diario Patagónico, Retamozo desechó tener alguna responsabilidad en el fracaso de sus negociaciones y la atribuyó a Segovia, al tiempo que se escudó en las decisiones que toman las bases “que ahora piden su destitución; que haga un paso al costado”.
Niega interna
También refutó lo que escuchó en los despachos del Ministerio de Trabajo y que obviamente es el comentario generalizado en la tierra de los yacimientos, en alusión a que este paro se debe a una interna gremial.
“No es así –afirmó–. Acá hay un enojo muy grande y ahora sacan una resolución cuando realmente se esperaba que negocien algo para los trabajadores”.
Además, aseguró que Segovia fue notificado de la resolución, “pero estuvo en otro piso; no quiso participar de la negociaciones y por eso el ministerio sacó una resolución”
En consecuencia, dejó en claro que por decisión de la asamblea llevada a cabo ayer en Cañadón Seco, las bases “no levantan las medidas de fuerza hasta que se vaya Segovia” y que las mismas van a seguir “hasta las últimas consecuencias”, habiéndose advertido en ese mismo ámbito que los trabajadores pueden perder sus salarios.
Nueva asamblea
La rebelión petrolera que se focaliza en el flanco norte santacruceño y que se salió del los cauces normales de negociaciones institucionales, motivará que el gobierno de esta provincia deje de percibir unos 3 millones de pesos diarios en concepto de regalías hidrocarburíferas por la simple razón de que no hay producción de crudo.
Al día de hoy, el monto total de pérdida por ese concepto, llevado a la fecha en que comenzó la paralización de los equipos de bombeo, estimativamente dos o tres días después de iniciado el paro (1 de abril), superaría holgadamente los 50 millones de pesos.
A todo esto, el paro podría percibirse en su gran dimensión a mediodía de hoy nuevamente en el acceso a Cañadón Seco, ya que se espera que a la masa obrera de Caleta Olivia se le sume la de Pico Truncado y Las Heras, presumiéndose que la nueva asamblea concentraría a no menos de tres mil trabajadores.
(El Patagónico)
Los casi 1.800 trabajadores que a media mañana de ayer volvieron a reunirse a la vera de la ruta 12, en el acceso a Cañadón Seco, aguardaron que retornaran de Buenos Aires los miembros de la comisión directiva (disidentes del grupo de Héctor Segovia) encabezados por Rubén Retamozo, para que dieran explicaciones de lo sucedido en la metrópolis.
Allí se corroboró que virtualmente a ese grupo no les dieron mucho margen para las negociaciones con las cámaras petroleras y que tuvo que limitarse a recibir la imposición de la viceministro de Trabajo, Noemí Rial, plasmada en una resolución que no aceleraba los tiempos de la puesta en vigencia del nuevo Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) y que el 10% de incremento mensual que se otorgaba por esa demora era algo que ya se había fijado en las negociaciones que con antelación pautó Segovia.
Al ser consultado por Diario Patagónico, Retamozo desechó tener alguna responsabilidad en el fracaso de sus negociaciones y la atribuyó a Segovia, al tiempo que se escudó en las decisiones que toman las bases “que ahora piden su destitución; que haga un paso al costado”.
NIEGA INTERNA
También refutó lo que escuchó en los despachos del Ministerio de Trabajo y que obviamente es el comentario generalizado en la tierra de los yacimientos, en alusión a que este paro se debe a una interna gremial.
“No es así –afirmó–. Acá hay un enojo muy grande y ahora sacan una resolución cuando realmente se esperaba que negocien algo para los trabajadores”.
Además, aseguró que Segovia fue notificado de la resolución, “pero estuvo en otro piso; no quiso participar de la negociaciones y por eso el ministerio sacó una resolución”
En consecuencia, dejó en claro que por decisión de la asamblea llevada a cabo ayer en Cañadón Seco, las bases “no levantan las medidas de fuerza hasta que se vaya Segovia” y que las mismas van a seguir “hasta las últimas consecuencias”, habiéndose advertido en ese mismo ámbito que los trabajadores pueden perder sus salarios.
NUEVA ASAMBLEA
La rebelión petrolera que se focaliza en el flanco norte santacruceño y que se salió del los cauces normales de negociaciones institucionales, motivará que el gobierno de esta provincia deje de percibir unos 3 millones de pesos diarios en concepto de regalías hidrocarburíferas por la simple razón de que no hay producción de crudo.
Al día de hoy, el monto total de pérdida por ese concepto, llevado a la fecha en que comenzó la paralización de los equipos de bombeo, estimativamente dos o tres días después de iniciado el paro (1 de abril), superaría holgadamente los 50 millones de pesos.
A todo esto, el paro podría percibirse en su gran dimensión a mediodía de hoy nuevamente en el acceso a Cañadón Seco, ya que se espera que a la masa obrera de Caleta Olivia se le sume la de Pico Truncado y Las Heras, presumiéndose que la nueva asamblea concentraría a no menos de tres mil trabajadores.
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