La Secretaría de Seguridad y Justicia del Chubut, junto al Ministerio de Educación, están llevando adelante en el territorio provincial un programa destinado a implementar la educación primaria y secundaria en las alcaidías. El Programa de Educación en Contextos de Encierro, se imparte en todos los lugares de detención de la provincia, alcanzando a una población de más de 300 personas.
«Una política penitenciaria seria, trabaja en la reinserción social de las personas privadas de la libertad, lo que redunda en un horizonte de mayor seguridad», consideró el secretario de Seguridad y Justicia, José Glinski, y sostuvo que «el trabajo educativo y de entrenamiento laboral con las personas en situación de encierro, es una acción estatal imprescindible para bajar los niveles de reincidencia de quienes cometen delitos».
En este sentido, Glinski puso en valor el Programa de Educación en Contextos de Encierro, como «un ejemplo del trabajo articulado que llevamos adelante desde las distintas áreas del Gobierno para impulsar políticas públicas que promuevan una mejor calidad de vida de la gente, en este caso, abordando la problemática de seguridad pública de nuestra provincia».
Analfabetismo cero
La directora de Políticas Penitenciarias de la Secretaría de Seguridad y Justicia, Carlota Marambio, informó que «el programa abarca a los detenidos en alcaidías y centros de detención provinciales, que son unos 328, sin contar las personas que están en las unidades de detención federales, como la Unidad Nº 6 de Rawson o la Unidad Nº 14 de Esquel».
Esto se debe a que esa población carcelaria se encuentra contenida dentro de los planes de educación, de trabajo y de formación profesional que tiene el Sistema Penitenciario Federal.
En cuanto a la mecánica de implementación del Programa de Educación en Contextos de Encierro, se efectúa en primera instancia un relevamiento de matrícula y análisis del nivel educativo que han logrado las personas al momento de la detención. Una vez constituidos los legajos administrativos y realizadas las entrevistas personales, se establecen las necesidades puntuales de educación.
Se trata de un proceso dinámico y constante dadas las variaciones poblacionales en los distintos lugares de detención de la Provincia.
«Los docentes de las escuelas públicas cercanas a las alcaidías asisten dentro del espacio carcelario que se dispone como aula y les brindan educación primaria y secundaria a los detenidos que están dispuestos voluntariamente a estudiar», explicó Marambio, y destacó que «la educación que se les brinda está dentro del sistema de educación formal y pública, con lo cual los detenidos obtienen una certificación de haber cursado y cumplimentado el nivel correspondiente, otorgada por una de las escuelas de la provincia, como cualquier otro alumno regular».
Como se trata de un programa de adhesión voluntaria, la funcionaria aseguró que «nosotros tratamos de incentivar ese estudio, por lo que desde el Gobierno de la provincia nos hemos propuesto para el 2013 lograr un nivel de analfabetismo cero dentro de las cárceles».
