Panizzi defenestró a sus pares del STJ

“Los ministros de la Sala Civil obraron a mis espaldas, en forma inoperante e ineficaz”, sostuvo y dijo que la anunciada Oficina de la Mujer fue una idea suya que Royer, Caneo y Pasutti le…

jueves 29/11/2012 - 9:30
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“Los ministros de la Sala Civil obraron a mis espaldas, en forma inoperante e ineficaz”, sostuvo y dijo que la anunciada Oficina de la Mujer fue una idea suya que Royer, Caneo y Pasutti le birlaron “con malas artes” y que por eso “está destinada al fracaso”. En una nota concedida a diario Jornada, los acusó de “actuar arteramente” para evitar que el cargo se concurse. “A veces los humanos hacen cosas porque son estúpidos”, sugirió.

Un durísimo Alejandro Panizzi se despachó a gusto contra sus colegas de la Sala Civil del Superior Tribunal de Justicia, José Luis Pasutti, Fernando Royer y Daniel Caneo. Es que el lunes se pondrá en marcha la Oficina de la Mujer, que ejecutará las políticas vinculadas a la violencia de género en Chubut.

El presidente de la Sala Penal se opuso y acusó a sus tres pares de robarle la idea de ese organismo y de elegir a dedo a una funcionaria para evitar que el cargo se decida por concurso. Su candidata era la ex diputada provincial peronista, Mariana Ripa. La elegida fue María Carolina Arrigone, hoy letrada del máximo tribunal chubutense.

Panizzi le dijo al matutino de Trelew que la Oficina “fue un proyecto mío que comencé a elaborar en 2009, tras un convenio como presidente del Superior con la vicepresidente de la Corte Suprema de la Nación, a cargo de la Oficina de la Mujer, Elena Highton de Nolasco. Hubo un trabajo muy intenso”.

-¿Qué actitud hubo de los demás ministros?

-Nunca conté con el acompañamiento de mis colegas para que el proyecto se implementara rápidamente. Algunos lisa y llanamente se oponían a la creación de este organismo. En este tiempo hasta hoy capacitamos a  varios funcionarios: los hemos enviado a Salta y a Tucumán con fondos de UNICEF al Foro de Oficinas de la Mujer; hemos formado replicadores en perspectiva de género del Poder Judicial. Así se formaron la jueza de Cámara de Comodoro Rivadavia, Silvia Alonso; el juez de Familia de Rawson, Martín Alesi;  Mariela González y del Superior, Gabriela Benedicto. Es decir que hay funcionarios que fueron capacitados para esto.

-¿Qué sucedió en el medio?

-Finalmente se designó a una persona que no acredita ni la idoneidad que se requiere para el cargo ni el compromiso social, la sensibilidad o la vocación comunitaria, con lo cual se le hizo un presente griego a la funcionaria designada, porque es un órgano que nace deslegitimado y cuyo único destino es el fracaso. No va a poder cumplir con los propósitos de acuerdo a la incumbencia y competencia que yo había perfilado.

-¿Usted qué quería?

-Desde siempre propuse que el cargo fuese llenado por concurso para tratar de elegir a la mejor persona, pero no lo hicieron. Los ministros de la Sala Civil obraron a mis espaldas y concertaron esta designación previamente a que impusieran su mayoría en el Acuerdo. De modo que han obrado en forma inoperante pero ineficaz.

Contra Ripa

-¿Por qué cree que lo hicieron?

-Esta maniobra se debe a que si el cargo se concursaba, ellos creían, como yo también lo creo, que lo hubiera ganado Mariana Ripa, y entiendo que ellos no querían que eso sucediera.

-¿Por qué?

-Probablemente por su estirpe partidario-política o quizás no les cae bien o no les importa. El hecho de designar una funcionaria que no acredite antecedentes en materia de perspectiva de género, que no surja de un concurso y que la designada no cuente con la especialidad o no pueda acreditarla, muestra a la claras cuál es la importancia que le dan los ministros de la Sala Civil a un organismo como la Oficina de la Mujer y a la necesidad de cumplir con los pactos internacionales de introducir la perspectiva de género en el Poder Judicial. Esto muestra claramente cuál es la importancia que ellos le dan a un organismo así. Vemos con frecuencia cómo suelen designarse en este tipo de cargos a personas frívolas o de bajo perfil, con el mismo propósito de que nada cambie. Este es un cargo ideal para María Rachid, no para la Susanita de Mafalda.

Panizzi aclaró que sus dichos son “sin desmedro de la funcionaria que designaron, que me consta que es muy buena y trabajó conmigo, pero tampoco cuenta con la especialidad ni con la formación ni con capacitación alguna”. Según el ministro, los funcionarios que nombró “los hemos capacitado dentro y fuera de la provincia en perspectiva de género, de manera que es un proyecto que se frustra y es un organismo que nace deslegitimado, como la designación, que dejando de lado a la designada, que nada tuvo que ver, fue hecha arteramente por los ministros de la Sala Civil”.

Palos en la rueda

-¿Lo hicieron a conciencia?

-Ellos sabían que era un proyecto mío. Tanto lo sabían que muchísimas veces me pusieron palos en la rueda y  muchísimas veces se han opuesto a su creación y terminaron birlándomelo; me lo quitaron con malas artes.

-¿La Sala Civil tiene algo personal contra usted?

No lo creo, yo creo que a veces los seres humanos hacemos las cosas porque somos estúpidos a secas. Simplemente a veces las emociones hacen que nos equivoquemos y nos conduzcamos con cierta estupidez. No creo que haya nada personal contra mí, pero sí probablemente contra Ripa. Ya entro en el distrito de la conjetura y a fuerza de ser sinceros, entiendo que como yo, ellos creían que si se abría un concurso lo iba a ganar o Mariana Ripa o alguien que viniera mejor que ella. O en todo caso, si ellos querían que el cargo fuera ocupado por la persona que finalmente se designó, ¿por qué no hacerla concursar?

-En este escenario, ¿cuál es el futuro de la Oficina de la Mujer?

-No tiene otro destino que el fracaso, precisamente porque nace con una mácula: que el autor del proyecto se opone a la implementación del organismo en estas condiciones. Ésa no es la idea.

-¿Esto se los dijo así a los demás ministros?

-No, se los dije en términos mucho más vehementes.

-¿Qué opinaron los dos de la Sala Penal?

-Rebagliati estaba ausente y Pfleger también propiciaba que el cargo se llenara por concurso, como manda el artículo 67 de la Constitución. Los ministros podemos designar a un funcionario directamente porque el reglamento lo permite, pero eso es cuando el funcionario va a trabajar bis a bis con el ministro. Para un cargo general no tiene ningún sentido beneficiar a una persona, actuar arteramente como lo hicieron u omitir el concurso que permita un Poder Judicial de los mejores.

“Viaticaban y se iban de turismo”

En la continuidad de la extensa entrevista, Panizzi remarcó que hubo ministros que cobraron viáticos para viajar a congresos con propósitos turísticos. Admitió que muchas veces “uno se traga sapos para mantener la convivencia”. Y que hay jueces del Superior que cambian el auto dos veces en un año.

-¿El caso de la Oficina de la Mujer es el único en el Superior?

-Que me hayan birlado el proyecto a mí, sí. Hay otros pecadillos. Al principio tuve mala relación por la acumulación de las vacaciones de los ministros de la Sala Civil: hace 6 años promoví un sumario, actitud que no le simpatizó a ninguno de los tres. Pero de allí en más todo transcurrió en calma y con la necesidad de la convivencia en un cuerpo colegiado, donde uno no puede andar a los codazos ni a los gritos.

-¿Significa que no sucedió nada raro?

-A veces uno debe tragarse sapos y debe admitir cosas que no le gustan, como firmar la autorización de viáticos por cuestiones superfluas, pero todo tiene un límite.

-¿Qué significa “superfluos”?

-Viajes o congresos con propósitos turísticos.

-¿Viáticos para los ministros?

-Exactamente.

-¿Usted los firmó?

-Claro, en el ejercicio de la Vicepresidencia tuve que firmar autorización de viáticos para mis colegas.

-¿Para los 3 de la Sala Civil?

-No, para los 6: yo cuando tengo mis viáticos no me excuso, yo lo firmo.

-¿Lo hacen todos?

-Nosotros tenemos un sistema de control del manejo del gasto público que es bastante endeble y lábil. Nuestro único control en el manejo del gasto es el Tribunal de Cuentas. Para mi gusto está bastante distante: fui fiscal Anticorrupción y conozco ciertas técnicas de prevención y de manejo del control del dinero público. Por eso se impone que los ministros obremos con el criterio de autolimitación.

-O sea que debió firmar viáticos para mantener la buena convivencia para los demás…

-Y para mí: ojo, cuando hablo de esto no me excluyo.

-¿Usted viajó a congresos en plan turístico?

-No, yo fui a congresos que valían la pena. Pero ni siquiera me erijo como juez de mis pares ni me excluyo de estas malas prácticas. Simplemente lo que hay que hacer es corregir y poner el criterio de escrupulosidad, transparencia y autolimitación.

-¿Se puede entender como una autocrítica institucional?

-Desde luego que es una autocrítica, absolutamente. A veces se cambian los autos para uso de los ministros dos veces en el mismo año, se compran cero kilómetro.

-¿Usted lo cambió?

-No, yo tengo el auto que me dieron desde que ingrese acá, un “Corsita” 2006.

-¿Hubo ministros que lo cambiaron?

-Sí, claro, hubo ministros que lo cambiaron dos veces en el mismo año por un 0 kilómetro. Sucedió el año pasado o el anterior, cuando hay veces que las circunscripciones del interior nos piden a nosotros cambiar el auto y no le hacemos lugar por falta de presupuesto. Pero no quiere decir que yo no haya firmado o consentido o cuanto mínimo no me opuse a que eso ocurriera. No me corro del lugar de la autocrítica, yo no quito los pies del plato en esto. Que quede claro que no es una crítica contra algún ministro en particular ni una represalia porque se me frustró el proyecto de Oficina de la Mujer.

-¿Qué propondría para no derrochar?

-Son datos que hay que mejorar de ahora en más; implementar o acentuar los criterios de transparencia, escrupulosidad y autolimitación. Además son todos datos comprobables.

-Pero se supone que ustedes son quienes más deben cumplir la ley…

-Por eso digo que hay que tratar de establecer criterios más rígidos en cuanto a los principios que rigen los actos públicos. Por ejemplo, tenemos el deber de que la gente, porque así lo establece la Ley de Ética Pública, tenga un fácil acceso al modo en que nosotros gastamos el dinero del Estado, y eso lamentablemente no se da. Por ejemplo usted no sabe cuánto gano y debería poder saberlo haciendo un click en la página web. ¿Sabe cuántas veces me fui de Rawson este año? No lo sabe y debería saberlo porque es una información que debiera ser pública, porque nuestros actos son públicos y por lo tanto transparentes. Lo que no se puede decir no se debe hacer.

-¿A esto lo propician todos los ministros?

-No lo propicié aún pero no creo honestamente que ninguno de los ministros se oponga a que acentuemos estos principios. Descuento que todos aquí somos hombres de bien y que cualquiera me acompañaría en un proyecto de estas características si hay cosas que corregir o no se están haciendo del todo bien. Algunos ministros firmamos a regañadientes algunas cosas que no nos gustan del todo, pero después de algunos episodios que generaron conflictos interpersonales que derivaron en conflictos institucionales, en aras de preservar la institucionalidad a veces uno debe tragarse sapos que no le gustan. Pero si nos ponemos de acuerdo podemos acentuar estos principios que deben regir en la función pública y en nuestro caso como cabeza de poder también la autolimitación, este principio que es recurrentemente invocado por Pfleger, un hombre ínclito si los hay. Por lo que digo no hay que escandalizarse porque no me excluyo ni pretendo erigirme como juez de mis pares de ninguna manera; no se trata de una acusación particular contra nadie.

-Sería el vocero de una autocrítica…

-Exactamente, que estoy seguro que será compartida por ellos. Cercenar un concurso para llenar un cargo, cuando lo más lógico indica que hay que hacerlo porque requiere de características especificas, ¿por qué no acreditar la idoneidad, como manda la Constitución?

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