Afortunadamente, sin víctimas fatales, los barrios General Mosconi, Divina Providencia y Laprida volvieron a sufrir con crudeza la intensidad del nuevo temporal de lluvia que dejó viviendas y calles abnegadas. En el inicio de la avenida Tehuelches, sobre la sucursal de La Anónima, también se vivieron inconvenientes graves cuando una Trafic fue arrastrada por el agua y sus ocupantes, ocho menores estudiantes, fueron rescatados sanos y salvos. En el acceso al Hospital Alvear el mar se “comió” una calzada de la avenida Warnes en el Colegio Biología Marina.
Con escenas similares a las que ocurrieron la noche del 17 de febrero del año pasado, en el corazón del barrio General Mosconi el trabajo de los Bomberos Voluntarios del Destacamento 3 y la policía fue determinante en varios incidentes donde estuvieron en peligro grandes y chicos.
Sin dudas el principal inconveniente se registró poco antes de las 8, una vez más como en el alud del 2010, en la esquina de la sucursal de Supermercados La Anónima donde una Renault Trafic con escolares fue arrastrada por el agua y tanto su chofer como los estudiantes fueron rescatados por empleados de ese comercio y bomberos de Kilómetro 3.
Luego, otra autobomba se trasladó a media mañana al acceso del Hospital Alvear donde la fuerza del mar y la inestabilidad del asfalto destrozaron una mano de la avenida Ignacio Warnes que une el Colegio Biología Marina y el nosocomio de Kilómetro 3, aunque por fortuna no fue necesaria una evacuación ya que quedó habilitado el camino de ripio que llega a la Universidad de la Patagonia en Kilómetro 4.
También los bomberos, la policía y Defensa Civil acudieron a pedidos de auxilio de diferentes vecinos de las partes altas del barrio Ameghino, el Divina Providencia donde los desbordes del agua provocaron grietas con una profundidad superior a un metro y también hubo intervenciones en Sismográfica.
Al cual sucedió el año pasado, otro de los puntos críticos fue el tramo de la avenida Fray Luis Beltrán desde el acceso al barrio medanos hasta el jardín Juana Manso. En esos extremos, hubo vehículos menores e incluso camionetas encajadas con agua y lodo en sus laterales.
En la zona de Laprida
Además de Kilómetro 3, numerosas fueron las unidades de Bomberos, Defensa Civil y el municipio que se acercaron al barrio Laprida. Allí hubo sectores que, al igual que en el alud del 2010, se vieron afectados por el barro y el agua que bajaba a gran velocidad y con un caudal importante.
En la asociación vecinal, junto al presidente barrial Roberto Romero, los funcionaria municipal Alicia Dubreuil y el concejal Guillermo Almirón fueron quienes se hicieron cargo de los reclamos por colchones, frazadas, nylon y alimentos no perecederos. Incluso hubo recorridas por calles y viviendas abnegadas por el agua.
Un reclamo puntual se vivió en el barrio Manantial Rosales, sobre el denominado pabellón 2029 donde reside la familia Fabunde. Allí Héctor, su esposa Olga y sus hijos Alexis y Martín, discapacitado, tuvieron que hacerle frente al temporal con lo que tenían puesto ya que el agua ingresó a su casa y mojó tanto prendas de vestir como colchones y mantas de abrigo.
Para quienes puedan ayudar a esta familia, Héctor Fabunde dijo que “recibimos cualquier cosa que nos puedan dar ya que casi no tenemos nada. Mi celular es 154923240 o acercarse a la vecinal de Manantil Rosales”.
(El Patagónico)
