Moyano busca «puentear» a la cúpula de CGT para convocar un paro a fines de abril

El día después: Los «gordos» esperan un llamado de Macri, pero Moyano apuesta a escalar la conflictividad. La presencia del líder industrial que generó ruido en UIA Cuando todavía resonaban los bombos de la marcha…

viernes 05/04/2019 - 11:51
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El día después: Los «gordos» esperan un llamado de Macri, pero Moyano apuesta a escalar la conflictividad. La presencia del líder industrial que generó ruido en UIA

Cuando todavía resonaban los bombos de la marcha convocada por la CGT, el sindicalismo opositor encabezado por Hugo Moyano volvió a subir la apuesta con la convocatoria el jueves de la semana próxima a las 11 a un plenario de regionales y sindicatos confederados de la central obrera para definir un paro general. La reunión de los cuerpos orgánicos a espaldas de sus autoridades máximas se propone «puentear» a la cúpula de Azopardo, liderada por los cosecretarios Héctor Daer y Carlos Acuña, quienes ayer evitaron fijar una fecha para concretar una huelga e insistieron en derrotar a Macri en las elecciones de agosto y octubre con un armado peronista aún irresuelto.

En medio de los tironeos, el representante de los «gordos» y el hombre de Barrionuevo calificaron como un «éxito» la movilización que encabezaron ayer a partir de las 14 desde Plaza Miserere y que terminó cerca de las 15 en Avenida 9 de Julio y Avenida de Mayo. Pese a la lluvia, la demostración de fuerza breve y medida (no hubo acto y se evitó la Plaza de Mayo) congregó a todos los sectores del sindicalismo (incluidos los gremios duros, las dos CTA y la izquierda), a un sector de las pymes industriales y a los movimientos sociales, que anoche tras ser gaseados por la policía acamparon unas horas frente al Ministerio de Desarrollo Social. Similares concentraciones se repitieron en los centros urbanos de Córdoba, Santa Fe y La Pampa.

Tal como anticipó iProfesional, la columna pyme integrada por empresarios de la fundación textil Protejer, Cgera y Apyme, hizo una parada en el Congreso junto a Antonio Caló (Metalúrgicos) para entregar un proyecto de ley de emergencia pyme, que fue recibido por un grupo de diputados kirchneristas integrado por Felipe Solá, Axel Kicillof, Fernando Espinoza, Abel Furlán y Walter Correa, y por José Ignacio de Mendiguren, del Frente Renovador. Pero lo más resonante fue la presencia en la protesta del empresario plástico Guillermo Moretti, vicepresidente tercero de la Unión Industrial Argentina (UIA) y titular de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), cuya participación «a título personal» generó ruido en la central fabril donde también crece la interna sobre la estrategia a seguir frente al gobierno, según pudo confimar este medio.

La manifestación coincidió adrede con el tratamiento de proyectos de la oposición en Diputados, uno de ellos para eximir a jubilados del pago de Ganancias. Con todo, el ala dialoguista de la CGT mantiene sus dudas sobre un eventual gesto del Gobierno, en donde por estas horas dicen estar trabajando en medidas, incluido un alivio inmediato a las obras sociales por $3.500 millones. «Si fuera un gobierno sensato diría que van a tomar alguna medida, ahora este gobierno no creo», dijo a iProfesional uno de los principales responsables de la protesta. Además de Daer (Sanidad) y Acuña (Estacioneros), se vio ayer en primera línea a Rodolfo Daer (alimentación), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Armando Cavalieri (Comercio), junto a Hugo Benítez (textiles), entre otros de los que llevaron una bandera con el lema «unidad, producción y trabajo argentino».

Esa alianza entre los sectores de mayor peso en la central obrera y los gremios industriales afectados por la crisis unida por la estrategia de «dialogar sin romper todo», como describió un «gordo» a este medio, es la que el moyanismo busca debilitar con la definición de un paro por fuera del consejo directivo, que hasta ahora solo se reunió una sola vez en el año. Esa es la finalidad del plenario de la semana próxima en la sede de Avenida Belgrano al 665 del gremio metalmecánico Smata, liderado por Ricardo Pignanelli, cuya convocatoria fue lanzada ayer durante el acto aparte que encabezó Pablo Moyano junto a Sergio Palazzo (bancario), Ricardo De Simone (Metalmécanicos), Juan Pablo Brey (Aeronavegantes), Omar Plaini (Canillitas), Hugo Yasky (CTA) y Roberto Baradel (Maestros), quienes se movilizaron por fuera de la columna central.

Pablo, el número de dos de Camioneros, avanzó el viernes pasado en la sede de su sindicato con el metalúrgico Francisco «Barba» Gutiérrez, en la posibilidad de convocar a los titulares de las 77 regionales y a sus 335 delegados del comité central confederal de la central obrera. La jugada orientada a escalar las medidas de fuerza en el peor momento de la gestión de Macri implica un desafío abierto a la cúspide de la CGT, de la que los dos sindicalistas se corrieron al abandonar el consejo directivo luego de enfrentarse por el control de las regionales. Su acercamiento el año pasado a partir de la reconciliación de Hugo Moyano con Cristina Kirchner se volvió gravitante en la interna sindical: entre ambos -aseguran en sus entornos- ejercen influencia en más de la mitad de las regionales, un número importante de congresales y sindicatos díscolos, incluso aquellos federados a gremios de los «gordos».

Por caso, Moyano cultivó buena relación en su rol de secretario gremial de la central obrera hasta 2018 con el titular de la CGT de Lomas de Zamora, Sergio Oyhamburú, quien a su vez es el secretario general de Sanidad en el sur del conurbano bonaerense. Algo similar ocurre con el sindicato del vidrio, panaderos y vialidad en la regional Avellaneda; en la delegación de La Pampa, con el sindicato mercantil; y con las filiales de Luz y Fuerza en Córdoba y La Patagonia. Por otra parte, las alianzas construidas por Gutiérrez desde la secretaría de interior que ocupó en Azopardo hasta 2017 se extienden por toda la geografía sindical y en sus propios pagos alcanza a filiales claves de la UOM como la de Campana, San Nicolás y Córdoba, donde se concentran el polo siderúrgico y automotor.

Esa red tejida al interior de la confederación obrera es la que el 20 de septiembre del año pasado dio nacimiento al Frente Sindical Nacional encabezado por Moyano en el estadio de Ferro durante un plenario de delegaciones regionales. «Esta es una autoconvocatoria de los congresales y es fuerte para los «gordos» porque se les achica el margen para no hacer nada», advirtieron cerca de Palazzo. La gran incógnita siguen siendo los gremios de la Confederación del Transporte (CATT), en particular los colectiveros y conductores ferroviarios quienes atan su decisión de sumarse un paro a lo que haga la CGT. Por lo pronto, los referentes del frente sindical volverán a verse las caras el próximo lunes en la sede porteña del PJ nacional, en Matheu al 130, para inaugurar dos oficinas gremiales junto al presidente del partido, José Luis Gioja.

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