Sergio Massa es el rival a vencer en 2017: lo han decidido Mauricio Macri, Marcos Peña y Jaime Durán Barba. El problema es que la estrategia del PRO y Coalición Cívica-ARI (no necesariamente es la estrategia de Cambiemos) oscila entre intentar ignorar a Massa y levantar a Cristina Fernández de Kirchner, y demonizar a Massa más que a CFK, tal como sucede por estas horas.
En tanto, Massa luce satisfecho. Los números de la consultora Aresco, de Julio Aurelio, le resultan ampliamente favorables en el debate sobre modificaciones al Impuesto a las Ganancias.
Regla N°1: No es un tema totalmente instalado porque 32,1% de los entrevistados dijo no conocer el debate sobre modificación del Impuesto a las Ganancias.
Regla N°2: El grupo levemente mayoritario consiste en el que dice que algo vio o escuchó, pero no conoce bien el tema.
Realizadas ambas aclaraciones, cabe destacar que Sergio Massa puede considerarse ganador en la pulseada con Mauricio Macri en el impacto en la opinión pública del debate sobre forma al Impuesto a las Ganancias.
La mala performance de la Administración Macri todavía no registra 2 situaciones que puede perjudicarla aún más: la votación en el Senado y el prometido veto presidencial.
Resulta insólita la estrategia seguida por la Administración Macri porque no sólo incumplió una promesa de campaña sino que apostó todo a que bloqueaba el debate en Diputados, y sería un juego de suma 0, lo que forzaría la conti nuidad del esquema vigente.
A continuación 3 gráficos del estudio de Aresco, que precisa el motivo de la satisfacción que por estas horas exhibe Massa, pese al castigo permanente del discurso gubernamental.
