«Vamos mal pero esperamos estar mejor» pareciera ser el mensaje que surge del trabajo de Raúl Aragón. Sin embargo, es elevada la imagen negativa de Mauricio Macri: 40%. De todos modos, el 55,3% cree que el futuro será mejor, aunque también es cierto que en el pasado reciente, ese porcentaje era más elevado. El ajuste duele, y también la inflación.
Los números cuantitativos de Raúl Aragón no coinciden con los números cualitativos de otros consultores pero resultan muy interesantes de analizar.
En estudios ‘focus group’ aparecen más críticas hacia la coyuntura económica que en el trabajo de Aragón quedan menguadas por lo que él atribuye a un elevado «grado de tolerancia» de la opinión pública al ajuste.
El tema provoca algunos comentarios comenzando que, sin embargo, la tolerancia quedó complicada al punto que el Ejecutivo Nacional tuvo que retrotraer en forma parcial el ajuste de tarifas, según publicó Urgente 24.
Aragón no aclara si la «tolerancia» es antes o después del ajuste de tarifas.
Otra cuestión importante se refiere -y el propio Aragón pareciera deslizarlo en sus conclusiones finales- a determinar si el grado de «tolerancia» puede prolongarse si se distanciara el momento de la recuperación económica. Probablemente la «tolerancia» a la que alude Aragón se encuentre influenciada por la expectativa que provocó el Ejecutivo Nacional acerca de una mejora de la situación a partir del segundo semestre, que comienza en 3 semanas. En el presente, la propia Administración Macri comienza a postergar hacia fin de año o directamente hacia 2017 la recuperación de la actividad económica. Hay que evaluar cómo impactará eso en la «tolerancia».
Más allá de todo esto, es muy interesante leer en forma cuidadosa el trabajo cuantitativo aquí expuesto:
Consideraciones de Raúl Aragón:
> Tanto la calificación de la gestión de Mauricio Macri como su calificación de imagen continúan recibiendo más de 50% de menciones positivas y más de 40% de menciones negativas. Estos valores se mantienen estables desde fines del mes de marzo.
> Esta estabilidad podría indicar que el costo político de las medidas económicas con su correlato en el aumento de la inflación ya ha sido pagado. Pero también la estabilidad de la calificación negativa y los valores registrados en el segmento NSE (Nivel Socio Económico) bajo, donde ambas calificaciones se empatan en torno a los 44 puntos porcentuales, indican claramente un grado más agudo de descontento en los sectores de menores recursos.
> La percepción de la situación económica del país es francamente negativa con un 79,1% que la considera «muy mala» o «mala». Apenas el 17% la considera «muy buena» o «buena». Estos datos contrastan con las calificaciones de gestión y de imagen mencionados antes, indicando un grado significativo de tolerancia con la gestión.
> Simultáneamente, el 55,3% de los consultados considera que la situación futura del país será «muy buena» o «buena», mientras que sólo el 30,8% sostiene la opinión contraria. Esta relación de casi 2 a 1 podría explicar el grado de tolerancia a la situación presente, dado que expresa un alto grado de expectativas positivas.
> El impacto de la inflación sobre el consumo se registra en el 48,2% de los consultados y presenta una fuerte correlación con los segmentos de NSE. Entre los de mayores recursos, el 31,1% informa que se vio obligado a reducir sus compras como consecuencia de la inflación; entre los de clase media este porcentaje asciende a 34% y alcanza el 58,3% entre los de menores recursos.
> El temor a la pérdida del empleo alcanza al 49,3% de los consultados, mientras que un porcentaje igual no sufre ese temor, pero nuevamente aquí se registra una correlación con el NSE: en la clase alta sólo el 38,5% considera que existe un riesgo de perder su trabajo. Este porcentaje asciende a 43,4% en la clase media y alcanza el 54,3% en el segmento más bajo.
> Por último, 2 de cada 3 consultados mantiene una expectativa optimista respecto del futuro en el punto más sensible: el 66,2% considera que el Presidente, Mauricio Macri, conseguirá reactivar la economía y frenar la inflación.
