El titular del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa, Guillermo Pereyra habló sobre la situación del sector hidrocarburífero y se refirió especialmente a dos temas que coparon la agenda del sector en las últimas semanas: las suspensiones a trabajadores petroleros decididas en Neuquén y los aumentos tarifarios.
En este sentido, señaló que “la situación hidrocarburífera es muy difícil a nivel nacional. Hay un contexto internacional que genera falta de inversiones y una lógica de parálisis de la actividad, con equipos de perforación que fueron bajados. Tenemos que ver cómo hacemos para adecuarnos a esto, pero no depende de nosotros”.
Cercano al Gobierno nacional desde antes de las elecciones del año pasado, Pereyra confía en que desde su lugar trabajará conjuntamente con el Estado para sacar adelante el complejo contexto laboral que atraviesan los empleados petroleros en la provincia. Hace nueve días, en una reunión de la que participó Pereyra, las principales operadoras del mercado acordaron con el ministro de Trabajo Jorge Triaca la suspensión por 90 días de 2000 trabajadores que se encontraban inactivos.
“Como dije, estamos adecuándonos. Es importante aclarar que son suspensiones rotativas, que un compañero puede estar suspendido 15 días y que va a resignar un 50% de su sueldo, pero que no va a perder un mes entero. En vez de $ 90.000 mensuales como cobran muchos, cobrarán $ 40.000”, reflexionó, curiosamente, el titular del Sindicato petrolero, que recordó que la medida es “prorrogable por otros 90 días”, pero reconoció que “si no tenemos un plan para después, vamos a prolongar la agonía y la situación puede derivar en despidos”.
Asimismo, Pereyra también hizo hincapié en la necesidad de empezar a “orientar el trabajo” hacia el sector gasífero. “Hoy estamos gastando más de US$ 1000 millones anuales por importar el gas, cuando se puede conseguir en la Argentina, a través del tight y el shale”, consideró.
Alineado con el macrismo, el sindicalista dijo que el Gobierno debe decidir lo antes posible un aumento en las tarifas de gas, aunque de la mano con inversiones para mejorar la situación general de la industria. Incluso se animó a pedir que los aumentos sean mayores a los que se decidieron para el sector eléctrico, que oscilan en algunos casos entre el 500% y el 700%.
“El atraso tarifario del gas es mayor que el de la luz, las tarifas deben aumentar más”, sostuvo y detalló que “en la zona cordillerana no tienen conexiones, por lo que en zonas de mucho frío como San Martín y Junín de los Andes no hay presión de gas”. Insistió también –en diálogo con El Inversor Online- en adecuar los precios del gas en boca de pozo, “como no hizo el Gobierno kirchnerista en todos estos años en los que se regaló el gas para calefaccionar piletas en los barrios cerrados”.