Los médicos le detectaron una terrible enfermedad y ella asegura que es porque se robó piedras del Vesubio

Según las creencias populares, cada quien se lleve algo de las ruinas de Pompeya, tendrá que “pagar” con mala suerte, sucesos trágicos y terroríficos.

martes 16/01/2024 - 8:58
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Hace un año, una mujer fue a visitar el área arqueológica de Pompeya, los restos de la ciudad romana que fue destruida después de la erupción del monte Vesubio en el año 79 d.C. En esa visita, quiso llevarse un recuerdo y se robó unas piedras del lugar, indica TN.

A pesar de ello, regresó a Roma para devolver lo que se había llevado asegurando que tenía una “maldición”: de un día para el otro, le diagnosticaron cáncer.

Junto a las piedras, dejó una carta que relataba lo que le había pasado: “No sabía nada de la maldición. No sabía que no debería haber tomado las piedras. Al cabo de un año me notificaron un cáncer de pecho. Soy una mujer sana, los médicos dicen que es simplemente ‘mala suerte’. Por favor, acepte mis disculpas y estas piezas. Lo siento”.

El paquete de la “mujer maldita” fue encontrado por el director del parque arqueológico, Gabriel Zuchtriege, quien le respondió a través de su cuenta de X. “Estimado remitente anónimo de esta carta, las piedras pómez llegaron a Pompeya, ahora buena suerte para su futuro”, escribió.

Pese a la insólita historia de la mujer, no es la primera vez que pasa en Pompeya: muchos visitantes devolvieron objetos robados del parque asegurando que “una maldición” los estaba persiguiendo.

De acuerdo a “La maldición de Pompeya. Superstición y arqueología. Historia de pequeños hurtos y arrepentimientos en todo el mundo”, libro del periodista Antonio Cangiano, esta antigua creencia está relacionada a que Pompeya “sigue viva” y que cualquier persona que se atreva a llevarse un “recuerdo”, encontrará la mala suerte.

Otro ejemplo de estos hechos, fue en el 2020 cuando el dueño de una agencia inmobiliaria de Pompeya encontró un paquete que venía de Canadá a nombre de Nicole con algunos restos y un mensaje estremecedor: “Quédense con ellos, dan mala suerte”.

Además, la joven explicó que, desde ese viaje, le diagnosticaron cáncer de mama. “Yo era joven y estúpida, quería tener un pedazo de historia que nadie podría tener. En realidad, no pensé en lo que estaba obteniendo. Es una tierra de destrucción ya que allí murieron muchas personas de formas horribles”, sostuvo.

En otra ocasión, también llegó una carta de Canadá, esta vez proveniente de una pareja, que pedía disculpas por un robo cometido en el año 2005: “Los tomamos sin pensar en el dolor y el sufrimiento que estas pobres almas habían sentido. Lo sentimos, perdónanos por esta terrible decisión. Que sus almas descansen en paz”.

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