El mapa político de la provincia cambió y el rol del gobernador electo Mario Das Neves es otro. La semana pasada, el mismo día en que Mario Das Neves se reunía con uno de los hermanos Bulgheroni -propietarios de Pan American Energy-, otro hombre de negocios lo hacía con Mauricio Macri. El tema común en ambas conversaciones fue el petróleo.
Hubo dos conversaciones más entre Das Neves y Macri, ambas telefónicas, en los últimos días. Y además hay puentes tendidos en otras líneas. Pablo Das Neves fue designado vicepresidente del Banco de Chubut, pero es quien se reúne y conversa ya sea con Emilio Monzó (ministro de Macri y ‘armador’ político en el interior del país), Sebastián De Lucca (en la misma línea, opera con Monzó), o con Marcos Peña, uno de los «jóvenes brillantes» del macrismo.
Hubo más conversaciones, como la que tuvo Das Neves con Francisco «Pancho» Cabrera, un mendocino que es ministro de Infraestructura de la Ciudad de Buenos Aires y que tiene aceitados contactos con el mundo de las empresas energéticas.
Ante este panorama no cabe duda que entre Macri y Das Neves hay un camino hecho.
«La verdad es que la relación es mucho mejor de la que hubiésemos esperado», dicen en el dasnevismo, donde de todos modos se van a cuidar de aparecer «aliados» a Macri o a Cambiemos, ni mucho menos. La idea del gobernador electo -que entrará a «boxes» otra vez para una cirugía, antes de asumir- es mantener equilibrio y equidistancia, pero es cierto que conversan más con Macri que con Scioli, con cuyo «círculo rojo» tienen asfaltado el camino, por las dudas. «Acá parece que gana uno, pero nada se ha definido. Va a ocurrir en la última semana», dicen los informantes alrededor del gobernador electo que romperá un récord cuando asuma por tercera vez el mandato en la provincia.
Hubo otro tipo de conversaciones, más subterráneas, que tienen que ver con el precio del petróleo.
La semana pasada existió un alerta rojo que le llegó a Das Neves desde Comodoro Rivadavia (¿Habrá sido Néstor Di Pierro?). Decía que Juan José Aranguren, ex presidente de Shell y asesor de Macri en asuntos energéticos, había puesto en duda el precio interno del petróleo a 67 dólares. De hecho, en el Frente Para la Victoria están convencidos de que ello va a ocurrir, como parte de políticas promocionales que Macri buscaría darle al campo, especialmente en el corredor productivo que lo votó desde Buenos Aires hasta Mendoza, pasando por la Pampa Húmeda, Córdoba, Santa Fe, la cuenca lechera completa, y vastas zonas agrícolas que piden a gritos combustible barato. Y eso es, petróleo barato y pobreza para los petroleros, braman en el peronismo.
Un llamado de teléfono de Das Neves al ministro de Infraestructura porteño Francisco Cabrera fue suficiente para aventar esa versión que se agita en las provincias petroleras, como parte de la campaña contra Mauricio Macri. Cabrera le aseguró a Das Neves que en caso de llegar a la presidencia, no habrá una baja del precio de liquidación del petróleo para las provincias argentinas, que se mantendrá en 67 dólares el barril. Es claro que modificar ese canon -que en épocas del petróleo a cien dólares precio internacional parecía de miseria- condenaría a la quiebra a varias provincias argentinas que viven de las regalías, incluso Chubut.
Esta «movida» generó incluso una movilización de parte del gremio de Petroleros Privados, con «Loma» Ávila a la cabeza, en Comodoro, para protestar por una política que aún no ha sido implementada, por alguien que primero debería ser ungido en el balotaje.
Ironías del destino, en este extraño mundo político de conversaciones «cruzadas», Mario Das Neves y Mario Cimadevilla quedaron en la misma vereda, del lado de Macri.
Das Neves no lo afirma, ni lo desmiente. Pero se sabe que los contactos que mantiene con Carlos y Alejandro Bulgheroni, los titulares de Pan American Energy que explotan Cerro Dragón -algo así como nuestra gallina de los huevos de oro- servirían para ciertos buenos oficios que acerquen a estos empresarios a Mauricio Macri. Desde que fue electo por tercera vez, Das Neves está jugando en una liga superior que le coloca en medio de fuertes intereses.
Macri no ha dicho que no a ningún encuentro con los propietarios de PAE. Pero antes los ha mandado a «escanear» con Aranguren para ver de qué vienen las conversaciones. El resumen es que a Macri no sólo le importan los votos de Chubut sino también el petróleo. Ahora, si gana las elecciones, será difícil verlo a Aranguren en el sillón de secretario de Energía de la Nación. Ya ha hablado demasiado, con lo que le dio al FPV argumentos para seguir la dura campaña «anti Macri». Lo que resulta lógico es que Das Neves, una vez que Cabrera le aseguró que no habrá cambios en la política financiera asociada al petróleo, decidiera seguir andando el camino de una buena relación «institucional y política» con el macrismo. Tiene la obligación de hacerlo.
