Gabriela Zuñeda, dueña del restaurante La Tradición, habló con El Comodorense sobre la historia del negocio y cómo ha ido creciendo junto a Comodoro Rivadavia.
«La Tradición es una empresa familiar, que el pasado 20 de diciembre cumplió 30 años. En tantos años pasaron muchas situaciones conflictivas, a nivel económico y político, como hiper inflaciones, el 2001 y las pudimos sobrellevar. Somos uno de los pocos emprendimientos gastronómicos que siempre se ha mantenido en la misma titularidad», comentó y añadió que «esto comenzó con el bar El Carabel, que abrió mi padre y que estaba frente al cine y permanece en el recuerdo de mucha gente».
Zuñeda explicó que «estuve un tiempo en Buenos Aires estudiando y luego seguí con otros emprendimientos pero luego me dediqué este que era el patrimonio familiar».
El crecimiento de la empresa familiar
En cuanto a la actividad que realizan y cómo han ido ampliando la misma, la empresaria local sostuvo que «siempre fue un restaurante y siempre estuvo la parte de catering. En algún momento el salón de eventos que está en el piso de arriba del restaurante estaba alquilado pero ahora hacemos eventos allí y tratamos de potenciar la actividad en el salón y también con el catering afuera».
«Hemos hecho fiestas para empresas, de hecho hicimos las dos fiestas más importantes de Comodoro el mismo día en diferente locación. Es decir que hemos tenido desafíos importantes y un desafío que encaramos hace cinco años fue la certificación porque el mercado nos indicaba que el camino iba en ese sentido», comentó
Sobre la situación actual de la empresa, indicó que «no es sencillo porque hay un movimiento subterráneo de inflación que nos afecta con lo cual, si bien tratamos de que no afecte al cliente, en un momento dado lo tenemos que trasladar».
Competencia
Al ser consultada sobre la instalación de nuevos emprendimientos, en el rubro gastronómico, en la ciudad y cómo los afecta, Zuñeda expresó que «la plaza está para todo el que trabaja bien y eso está bárbaro porque mi papá siempre decía que lo bueno es que todos trabajen no sólo nosotros».
Al hablar sobre el futuro económico de la región, la empresaria opinó que «lo veo bien pero siempre estamos fallando en lo mismo, especialmente Comodoro que no se hace cargo de sus problemas. Es como que todos piensan que el petróleo nos va a seguir alimentando y no piensan en buscar una alternativa».
«El petróleo nos ha hecho muy bien por el crecimiento económico pero también nos ha traído los conflictos gremiales, por ejemplo, que nos afectan a todos. Hay que seguir trabajando pero haciéndose cargo de las cosas», dijo.
Además recalcó que «el comodorense sigue arreglando los problemas en una mesa de café cuando en realidad se tiene que sentar hacer un seguimiento del problema, a pensar en las posibilidades, ha tratar de buscar las salidas y yo creo que hay un montón de cosas que se podrían haber cambiado si le hubiéramos puesto trabajo».
«Comodoro tiene un montón de potencialidades pero tenemos que lograr arrancar. Creo que estamos esperando y concretar las posibilidades que tenemos pero para eso hay que trabajar», concluyó.
