La sentencia de un experto argentino en reducción de la pobreza: “no veo otra solución”

Marcelo Giugale, ex director de políticas de reducción de pobreza para África y para América Latina del Banco Mundial, dijo que eliminar el peso traerá grandes costos. Pero que ya no hay manera que los argentinos acepten a la moneda nacional.

lunes 04/03/2024 - 13:14
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El ex director de políticas de reducción de pobreza para África y para América Latina del Banco Mundial, Marcelo Giugale, analizó la actualidad de la Argentina durante una entrevista online y, en medio de los distintos problemas que enfrenta la administración de Javier Milei, se detuvo a considerar la necesidad de dolarizar. “No veo otra solución”, dijo y admitió que tendrá grandes costos que forzarán a una muy eficiente política de asistencia social durante la transición. Informó Infobae.

Todos los problemas que los economistas dicen tiene la dolarización son ciertos. Si no tengo política monetaria no puedo ajustarme a shocks, traspaso mi sistema de supervisión bancaria al exterior, básicamente esencialmente offshore. Va a haber de impacto una caída en el salario real muy grande en términos de consumo porque los precios no comercializables no tienen gran competencia en Argentina, entonces en dólares pueden costar mucho. Un corte de pelo te va a costar USD 20, en fin, todo eso es cierto en teoría pero en la práctica yo no veo ya otra solución”, dijo en una entrevista concedida a Jóvenes Líderes.

“La razón es que no veo que los argentinos vayan nunca más a aceptar el peso como su moneda, ni de ahorro, eso ya hace años que pasa y tiene razón, ni de medio de pago porque la inflación es tan alta que uno no puedo ni venderle porque no sé a cuánto voy a vender porque no sé si voy a poder reponer eso que le vendí con el dinero que usted me paga. Unidad de cuenta lo mismo, yo no puedo alquilar un departamento en pesos. Qué significa eso, dura cuánto, no puedo hacer mi contabilidad, mi balance personal en pesos”, consideró.

Giugale es una voz autorizada en materia de impacto social de las políticas económicas. Tiene más de 30 años de experiencia en el campo de la economía aplicada, con puestos ocupados en el pasado en Medio Oriente, Europa del Este, Asia Central y América Latina. Encabezó negociaciones de políticas públicas y en la gestión de líneas de financiamiento de proyectos, a través de un amplio espectro de países y sectores del desarrollo.

Recientemente se alejó del Banco Mundial, hoy se desempeña como profesor en la universidad de Georgetown, admite que ahora tiene mayor libertad para dar opiniones personales. Así, consultado sobre la dolarización en la Argentina, hizo una análisis sobre lo que a su entender es un futuro inevitable aunque con muy altos costos.

“Tratar de preguntarse ahora, y cómo es que los argentinos no aceptan la moneda nacional, no aceptan el peso, es como preguntarse por qué nadie se quiere casar con un femicida. Maté nueve pero te juro que a ti no te voy a matar. Argentina defaulteó nueve veces y cada vez hubo, por supuesto, control de cambios, se cayeron los sistemas bancarios, la gente perdió sus ahorros. O sea, ¿quién se quiere casar con el femicida?”, ejemplificó.

“Sí, tú dirás, podría cenar con el femicida, tendría algunos pesos en mi cuenta para hacer pagos inmediatos y pequeños, pero volver a transferir todos mis ahorros a la moneda nacional, yo creo que no tiene futuro, yo creo eso no va a ocurrir más, se terminó”, dijo.

Para Giugale, los repetidos incumplimientos de la Argentina generan un nivel de desconfianza que explica niveles de inflación tan altos cuando sus desequilibrios quizás no son tan grandes.

“El campeón mundial por lejos es el que menos inflación tiene: Japón. Japón tiene una deuda pública como proporción de producto de 240% del producto bruto. Para entrar a la zona del euro tienes que tener menos de 60%, eso lo que dice el tratado de Maastricht. Estados Unidos, que está recontra preocupado por su deuda, tiene 105 por ciento. Italia, que también está más endeudado, señor viejo caminando sonámbulo con deuda, tiene 160 por ciento. Argentina no tiene eso y, sin embargo, la inflación es altísima y va a seguir siendo por porque la demanda por pesos es bajísima«.

Aún así, el especialista alertó sobre los altos costos que tendría una transición hacia la dolarización.

“En la transición me preocupa mucho el impacto que esto tendría sobre los pobres porque el pobre no tiene esa información. De hecho no tiene forma de indexar sus contratos, no tiene protección financiera, no va a los bancos y pone sus depósitos a tasa flotante, o sea que ahí sí me preocupo”, dijo.

“Esa transición es muy, muy compleja. Si yo estuviera a cargo de dolarizar, diría sí, pero con una condición. Quiero un equipo de asistencia social de primera línea y quiero todos los ministerios y todos los planes sociales en una sola base de datos, que es un gran problema en Argentina y en otros países también. Como te decía, los políticos esconden la información. Entonces consolidar toda esa base de datos para después saber dónde tengo que disparar mi dólar de asistencia social al momento que dolarizo”, concluyó.

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