La odisea de transitar por la rutas de Chubut

La extensa provincia de Chubut tiene miles de kilómetros en caminos, rutas nacionales, rutas provinciales. Recorrerlas para llegar a destino puede ser un viaje inolvidable, pero tambien una travesía. Más que en otras epocas del…

miércoles 12/01/2011 - 10:45
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La extensa provincia de Chubut tiene miles de kilómetros en caminos, rutas nacionales, rutas provinciales. Recorrerlas para llegar a destino puede ser un viaje inolvidable, pero tambien una travesía.

Más que en otras epocas del año, en verano, el camino a la cordillera es uno de los más transitados. A diario, turistas en vehículos particulares, en transporte de larga distancia o camioneros que realizan un circuito laboral, atraviesan la diversidad de rutas con o sin pavimento, algunas en excelente estado, otras en condiciones lamentables.

Sin señal
Para los tiempos de avanzada tecnología, una de las grandes deudas en los caminos de la provincia es la falta de comunicación, de toda naturaleza. Miestras las señales de comunicación telefónica son inexistentes -lamentaríamos grandes accidentes sin tener posibilidad de hacer un llamado de emergencia, y peor aún, sin las cabinas S.O.S. Otra ausencia notable es la comunicación visual. Miestras la ruta Nº 3 hacia el norte de la provincia está muy bien provista de cartelería, cabinas S.O.S. e indicadores de kilometraje, hacia el oeste, hay largos tramos (rutas 20, 26 o 40) en que no hay ningun tipo de cartel, y menos de posición en kilómetros.

De noche NO

En rutas pavimentadas se borraron, hasta desaparecer, las lineas blancas que limitan la ruta con la banquina, ni se le ocurra pedir por las lineas amarillas que regulan la transitabilidad.

Y el panorama se complica de noche, sin carteles, sin limite de ruta y con lluvia para completar el cuadro. Descender la velocidad a paso hombre, resulta ser una solución para atravesar largas distancias sin «morder» la banquina que casi se desdibuja en su color tierra mezclado con el pavimento. Y por supuesto todos los sentidos alterados por precaución.

Eterno bache
Aunque la observación cabe a todos los caminos transitables, es de destacar el estado de las rutas llegando o saliendo de la localidad de Sarmiento. Y en la misma secuencia entre Gobernador Costa y Esquel. Pero hay un bache «traicionero» que complica a más de un conductor cuando es atravesado de día sin la posibilidad de advertir su presencia. Imagínese el mismo bache, ubicado en el cruce de ruta 20 y 56 pero en un tránsito nocturno. El conductor que se lamenta, que insulta, que se preocupa por las condiciones de su vehículo. Todo un rosario de quejas en plena oscuridad del camino.

Vergüenza internacional
Y párrafo aparte para mencionar el olvidado mega proyecto del Corredor Bioceánico. Un recorrido de piedras y profundas huellas de camiones que hace casi imposible que un vehiculo menor pueda transitar entre Río Mayo y Balmaceda. Allí, en ese tramo de ciento sesenta kilómetros, un pequeño y torcido cartel advierte la circulación por el camino Bioceánico que une Argentina y Chile, ese mismo camino que se vislumbró como ruta para el crecimiento económico de las regiones, ese mismo camino que del lado argentino es una traza de lamentos, aunque su par chileno cuente con todos los servicios de un camino internacional.

Mientras ésta y otras obras esperan por el aporte presupuestario del Estado, y mientras las luchas intestinas de los sectores opositores continúan en su delegación de responsabilidades, son los pequeños conductores los que sufren y quienes a su vez impulsan las economías regionales, los mismos que por vacacionar en la cordillera o por traspasarla, deberán contar con un buen seguro o servicio técnico para sus móviles.

A quien le quede el saco…

Fuente: Diario Crónica

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