La Justicia le había destinado una custodia en su domicilio por las amenazas de muerte que sufrió luego de allanamientos en su barrio. Ana María Molina, de 40 años, sigue internada en el Hospital Regional luego de haber recibido un tiro el sábado alrededor de las 20:30.
Fue cuando circulaba como acompañante en un automóvil por calles de su barrio, las 1.311 Viviendas. La intervinieron quirúrgicamente la misma noche del sábado y permanece en terapia intensiva, informó hoy el Diario Patagónico. Molina tenía su casa custodiada por la policía a raíz de amenazas y la hirieron cuando se desplazaba en su vehículo.
En diciembre último, Molina denunció ante la Fiscalía de Comodoro Rivadavia que recibió amenazas a partir de los allanamientos que el 30 de noviembre realizó la Brigada de Investigaciones en el barrio Isidro Quiroga, donde se secuestraron armas y chalecos antibalas de la policía.
Las amenazas que sufrió estaban presuntamente relacionadas con que los afectados por los allanamientos creyeron que habían sido delatados por la mujer. Desde entonces, la madre de dos pequeños hijos, contaba con custodia policial en su domicilio, indicaron fuentes policiales.
Molina recibió un tiro a la altura de las costillas, el sábado a las 20:30 cuando circulaba a bordo de un Peugeot 206, patente DRP 262, conducido por su pareja, Juan Rodríguez, por La Plata y Lisandro de la Torre, a una cuadra de la Seccional Quinta de Policía.
En ese lugar, en el corazón del barrio Isidro Quiroga, el vehículo fue interceptado por otro automóvil desde donde un individuo efectuó varios disparos. Uno de esos balazos dio en el guardabarros delantero derecho del Peugeot, otro impactó en la puerta del acompañante, la atravesó e hirió a Molina.
Rodríguez, con su pareja malherida, se dirigió hasta la Seccional Quinta donde solicitó la ayuda de la policía para trasladarla de urgencia hasta el Hospital Regional. En ese momento, según fuentes policiales, las víctimas sindicaron como autor del disparo a un joven identificado como “Casate” Vargas.
Molina fue trasladada hasta el hospital en el mismo Peugeot atacado. Sin embargo, una vez que la subieron a una camilla, Rodríguez habría intentado escaparse, aparentemente porque se negaba a que le secuestraran el vehículo, pero la maniobra fue impedida por el personal policial, señalaron las mismas fuentes.
Mientras tanto, a Molina la intervinieron quirúrgicamente para sacarle el plomo y al cierre de esta edición permanecía en terapia intensiva. Fuentes médicas señalaron que deben aguardarse las próximas 48 horas para evaluar el curso de su evolución.
Amenazas y tiroteos
Las amenazas a Molina surgieron luego de los 30 allanamientos relacionados a enfrentamientos armados de grupos antagónicos en las 1.311 Viviendas y el asesinato de Darío Tacacho (25), ocurrido el 19 de noviembre. El presunto autor de ese homicidio, Ceferino Monaldi, está prófugo.
Los allanamientos fueron realizados por la Brigada de Investigaciones en los que se secuestraron seis armas de fuego, entre ellas una escopeta calibre 14 “recortada”, un pistolón, una carabina 22 milímetros y tres revólveres calibre 38 milímetros y dos chalecos antibalas de la Policía del Chubut, así como una campera también de la fuerza policial.
En torno al operativo se detuvo por resistencia a la autoridad a cuatro hombres, entre ellos a un hombre de apellido Vargas y a sus dos hijos, entre ellos al identificado con el apodo de “Casate” que ahora es investigado por el ataque a Molina del sábado. Días posteriores, la Brigada detuvo por porte de arma de fuego a Juliano Monaldi, otro de los investigados por los tiroteos.
Las amenazas contra Molina se habrían originado a partir de que los allanamientos se habrían efectuado por denuncias de la mujer, pero ella lo desmintió públicamente.
Además de amenazas, tirotearon su vivienda, por lo que la justicia dispuso una custodia policial frente a su domicilio, en Sargento García y Patricios. Sin embargo, el sábado la interceptaron en la calle cuando iba a bordo de su vehículo, le pegaron un tiro y ahora está grave.