La inflación llegaría al 60% por el ajuste de tarifas y la suba récord de materias primas

El acuerdo con el FMI exige al Gobierno un fuerte ajuste para 2023, año de elecciones presidenciales, y los inversores desconfían que se cumpla. La oposición llega dividida a la votación en el Congreso. El…

domingo 06/03/2022 - 10:48
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El acuerdo con el FMI exige al Gobierno un fuerte ajuste para 2023, año de elecciones presidenciales, y los inversores desconfían que se cumpla. La oposición llega dividida a la votación en el Congreso.

El gradualismo que tanto se le criticó a Macri vuelve a ser la receta elegida en esta ocasión por el Gobierno y avalada por el propio FMI. Pero incluso la reducción del déficit primario de 3,1% el año pasado a 2,5% este año no parece sencilla. El acuerdo carga las tintas sobre las tarifas, según publica Infobae.

Mauricio Macri se la jugó el último año de su mandato y le salió mal. Para seguir recibiendo desembolsos del FMI y calmar la situación cambiaria buscó llegar al déficit cero casi de la noche a la mañana, reimplantando retenciones, suspendiendo baja de impuestos y achicando la estructura del Gobierno. Pero en agosto de 2019 se chocó con una derrota de 14 puntos en las PASO que no pudo remontar. Ahora el FMI no le exige tanto a Alberto Fernández, pero sí lo obliga a un ajuste fiscal adicional en medio de un año electoral. Su antecesor lo hizo y perdió. ¿Estará dispuesto a seguir la misma receta?

Incluyendo el ajuste previsto para grandes usuarios, a duras penas se podría alcanzar un recorte de 0,4% del PBI por la eliminación de subsidios. Claro que semejante ajuste tendrá claros efectos sobre la inflación, que según el economista Fernando Marul agregará 3,5 puntos adicionales para 2022.

El acuerdo estipula que para el 1 de junio ya deberán estar eliminados los subsidios energéticos para los hogares más “ricos”. La suba de luz y gas generará un doble impacto en los precios. Por un lado, hay fuertes subas que se aplicarán de manera directa, por ejemplo en luz y gas. Pero, además, como los grandes usuarios tendrán sustanciales aumentos en el costo de la energía, trasladarán ese incremento de costos a los consumidores.

El Gobierno también se comprometió ante el FMI a mejorar la eficacia a la hora de recaudar, se pondrá el foco en reducir la evasión y también avanzará en un revalúo inmobiliario para acercar el valor fiscal de los inmuebles al precio de mercado. Sin embargo, es muy poco o casi nada lo que estas medidas aportarán a mejorar los ingresos en un corto plazo.

Todo conduce a que la baja del rojo fiscal que se precisa para este año la aportará la inflación que apunta a estar un par de escalones arriba en relación al año pasado. Esto es fundamental para el objetivo del Gobierno, porque infla nominalmente la recaudación cada vez que el consumidor compra algo. Y en segundo lugar provoca un silencioso recorte del gasto público, porque tanto el pago de los empleados públicos como de las jubilaciones van quedando rezagados en relación al incremento de precios.

¿De 55% para arriba?
El Relevamiento de Expectativas de Mercado correspondiente a febrero arrojó una estimación de inflación del 55% para el 2022. Sin embargo, la estimación de las consultoras económicas que participan aún no había incorporado en el análisis la invasión rusa a Ucrania, junto con el aumento récord del precio de las materias.

Está en marcha un tridente que hará volar la inflación este año: tarifazo, suba récord de productos primarios y aceleración del dólar oficial, que el Gobierno también comprometió ante el FMI. Semejante combo presagia un aumento inflacionario muy por encima del registrado en 2021. Según algunas estimaciones preliminares que ya circulan entre economistas, podría llegar al 60%. En febrero (mes de estacionalidad baja) no habría bajado del 4% y en el caso de los alimentos la suba se habría ubicado en torno al 5,5%. Todo esto antes de la guerra.

Todas estas consideraciones no tienen en cuenta la suba de los precios de la energía a nivel global, que también se trasladarán, aunque más lentamente a la Argentina. Habrá presión para que sigan aumentando los combustibles y además la importación de energía en invierno demandará de más dólares y también gatillará un aumento de costos para las empresas.

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