Desde que asumió el Gobierno de Alberto Fernández en diciembre de 2019, la inflación acumula 100,2%. Es el arranque más inflacionario de un presidente en este siglo, aún con controles de precios.
Aún con números todavía muy altos, los precios venían desacelerando desde marzo hasta agosto; pero después de los comicios, repuntó en septiembre y octubre: ambos terminaron en 3,5% mensual, pese a que en el segundo tramo del mes pasado empezaron a regir los congelamientos para los alimentos, repasa El Cronista.
Según lo que informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la inflación ya acumula 41,8% en los primeros diez meses de 2021 y la medición interanual alcanzó el 52,1%.
Con estos datos, algunas consultoras ya estiman que los precios pueden cruzar la barrera del 50% anual a fin de año y dudan de la efectividad de la Secretaría de Comercio Interior para mantenerlos controlados y congelados.
La inflación de la gestión de Alberto Fernández ya superó el 100% y este año es el segundo con mayor avance acumulado de los precios hasta octubre desde la hiperinflación, solo por debajo del 42,2% registrado en los primeros 10 meses de 2019.
En su análisis, el Ministerio de Economía señaló que el rubro Estacionales (8,1% mensual) fue el que movió el amperímetro, con «subas significativas en verduras, frutas -de hasta 12% y 9% en algunas regiones, respectivamente- e indumentaria (5,1%, por el cambio de temporada)».
En el sentido contrario, la cartera que conduce Martín Guzmán destacó que los precios de la carne continúan «estables» (1,3% en el Gran Buenos Aires) y que el índice núcleo desaceleró a 3,2%. Además, los aumentos en las prepagas impulsaron a los Regulados hasta el 1,9% mensual.
Todos estos saltos ocurren aunque el Gobierno piso el dólar oficial y las subas en las tarifas fueron de un dígito, muy por detrás de la evolución de los precios, precisamente como anclas anti inflacionarias; esta política no estaba presente en 2018 y 2019, los años con mayor inflación después del fin de la hiperinflación.
«La inflación de noviembre hasta ahora la estimamos en el 3% y algo por encima de ello en diciembre. Tengamos en cuenta que algunos precios y el dólar podrían empezar a descongelarse de manera posterior a las elecciones. Ello solo muestra que el congelamiento no es efectivo, ni en el cortísimo plazo. Las empresas ya tienen estrategias para poder sortear estos controles», apuntó y pronosticó que el indicador interanual cerrará cerca del 51,5%.
El director de LCG, Guido Lorenzo, observó: «En la primera semana de noviembre había mermado el ritmo, pero ahora volvió al mismo paso. Nuestra expectativa es que el año termine en torno al 50%».
A su turno, Lorenzo Sigaut Gravina, director de Análisis Macroeconómico de Equilibra, planteó que la inflación de noviembre rondaría el 3% «si no pasa nada raro con el dólar después de las elecciones», porque empezarían a tener efecto los acuerdo de precios, en la medida en que se cumplan. No obstante, para diciembre el índice podría cortarse la secuencia y tocar entre el 3% y el 4%.
