La importación de insumos sacude a la fabricación de «cigüeñas» petroleras

Hay preocupación por 60 operarios de Lufkin en Comodoro Rivadavia que están afectados por el reemplazo de piezas nacionales por otras de China y Rumania, a partir de la liberación de las importaciones dispuesta por…

domingo 18/12/2016 - 13:15
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Hay preocupación por 60 operarios de Lufkin en Comodoro Rivadavia que están afectados por el reemplazo de piezas nacionales por otras de China y Rumania, a partir de la liberación de las importaciones dispuesta por el Gobierno nacional.

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Hace tres meses que Lufkin decidió importar insumos de los aparatos individuales de bombeo (AIB), comúnmente llamados «cigüeñas», desde China y Rumania. El alerta lo tienen los proveedores nacionales, pero el ámbito sindical mira con atención porque un sector de 60 operarios corre riesgo por esta medida.

La base de Lufkin en Comodoro Rivadavia cuenta con 160 trabajadores que fabrican equipos de bombeo para toda la Cuenca del Golfo San Jorge. El área más afectada por la apertura de importaciones, que permite a la empresa obtener insumos más baratos, es el de mecanizado donde hay 60 metalúrgicos, supo El Patagónico a través de fuentes gremiales.

El primer grito en el cielo lo puso la Cámara de Industriales Fundidores de la República Argentina (CIFRA), cuyo gerente Guillermo Susini describió el panorama de la industria fundidora nacional en declaraciones a Página 12, publicadas en la edición de ayer del matutino porteño.

«Es una industria con una utilización intensiva de mano de obra. Pero cuando entra una heladera de China, se quedan sin trabajo los productores de arena, aglutinantes, aglomerantes y chatarreros que nos proveen; nosotros, que armamos la carcasa para el motor, y la productora de línea blanca que integra el producto», describió Susini.

La cámara de fundidores también subrayó la apertura de importación de generadores para molinos eólicos, una de las tecnologías de aprovechamiento de energías renovables promovidas por el Plan RenovAr. El señalamiento de la organización empresarial cuestiona al Gobierno nacional de Mauricio Macri ante la política de importaciones sin restricciones.

Industria en bajada

Lufkin es subsidiaria de General Electric y la mayor proveedora de «cigüeñas» de la industria petrolera en la región. Los fundidores proveen menos bombas, válvulas y otros componentes. De hecho, la caja reductora se trae directamente del extranjero y deja sin actividad al área de mecanizado en Comodoro Rivadavia.

Entre Lufkin y la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) vienen conversando estas decisiones, ya que ponen en riesgo a sesenta operarios. Además, no deja de ser una situación enmarcada en la crisis petrolera donde los gremios piden que se sostengan los puestos de trabajo.

Estos tiempos de capa caída para el petróleo vienen junto a la preocupación por las garantías de continuidad laboral. De hecho, el Sindicato de Petroleros Privados de Chubut estima que 1.600 trabajadores están en serio peligro a partir de enero con la eliminación del «Barril Criollo» y el «sinceramiento» sobre la mano de obra ociosa en el campo.

Mientras, los metalúrgicos miran atentos y a la defensiva porque hay mano de obra en riesgo. Este año también significó muchos conflictos en Lufkin por propuestas de reducción de cuadrillas y cuestiones salariales que fueron resolviéndose, según publica El Patagónico.

 

 

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