La historia de la bandera más famosa de Qatar que conectó a un hincha con el Dibu Martínez

Fabricio es el dueño del labrador cuya imagen llamó la atención al mundo en la gran atajada del arquero ante México. La emotiva historia de superación gracias a su mascota, Bubba: “Él me salvó la…

lunes 28/11/2022 - 19:26
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Fabricio es el dueño del labrador cuya imagen llamó la atención al mundo en la gran atajada del arquero ante México. La emotiva historia de superación gracias a su mascota, Bubba: “Él me salvó la vida”.

Bubba, el perro inmortalizado en la bandera más linda del Mundial Qatar 2022, llegó a la vida de Fabricio Roberto cuando él tenía 16 años. Por un cuadro de depresión y ansiedad prácticamente no salía de su casa y su terapeuta le recomendó “hacerse responsable”. El impulsor de esa madurez fue, justamente, su labrador: “Él me salvó la vida”, dijo.

 “Bubba llegó a mi vida en un momento en el que yo estaba con mucha ansiedad y depresión. Prácticamente no podía salir de mi casa, no podía siquiera hacer una cuadra que ya tenía síntomas de todo tipo. Tenía ataques de pánico, temblores, me quedaba sin aire, me tenía que volver”, contó Fachu, como apodan a Fabricio, en diálogo con TN.

Un sabio consejo

“Mi familia estaba muy preocupada por lo que me pasaba física y emocionalmente. Empecé a hacer terapia y el psicólogo me recomendó tener un perro para que yo tuviera una responsabilidad.Ahí mis viejos pensaron en una raza que fuera ideal para un chico aunque yo ya no lo era porque tenía 16. Así llegó Bubba, un labrador hermoso”.

Bubba: el perro que salvó una vida y unió a una familia

Bubba nació el 28 de diciembre de 2004, cuando Fabricio atravesaba una de las partes más complejas de su cuadro. Pánico a la independencia, problemas en su vida cotidiana (amigos, colegio, familia), medicación que ayudaba a controlar su cuadro pero con consecuencias difíciles de asumir y sobrellevar y la propia cabeza con una nube negra que sobrevolaba ante la mínima distracción.

Hoy Fabricio tiene 34 años. Es traductor y un hombre en permanente estado de formación. Trabaja para una empresa china y se desenvuelve en otros ámbitos profesionales que hacen que daba subirse permanentemente a un avión, algo que solo un tiempo atrás y por su cuadro le resultaba imposible.

Cuando Bubba cumplió sus primeros tres meses de vida y ya estaba apto para salir a la calle, el responsable de esto fue Fabricio. “Cuando el psicólogo me dijo lo del perro, yo le dije que sí pero en mi autoboicot yo decía no voy a hacer un carajo’y pensaba que mis viejos se iban a ocupar para yo quedarme tranquilo en casa, pero ellos me dijeron ‘levantate, dale de comer, sacalo a pasear. Ocupate del perro’”.

Y así fue que Fabricio empezó a salir del espiral negativo de su condición: “Al principio lo sacaba una cuadra, después llegué a una y media, de a poco me iba a distrayendo y el peso de mi mente diciéndome que volviera a casa ya no se sentía tanto. Para mí una cuadra y media era muchísimo y bueno, un día me di cuenta que estaba lejísimos de casa y a los dos o tres meses empecé a sentirme una persona completamente normal. Bubba me curó de todo”, dice con emoción.

¿De dónde viene su nombre? Fabricio contó que llamó así a su perro por dos motivos. En homenaje al jugador senegalés Papa Bouba Diop, que hizo el primer gol del Mundial de 2002 ante Francia, pero también es fanático de Forrest Gump y el personaje del amigo de Tom Hanks se llama Bubba.

Todo por Bubba

Fabricio y su perro Bubba vivieron juntos 12 años y 10 meses. Y fue tal el amor que Fachu tenía por su mascota que permaneció en su casa familiar aún cuando ya tenía la necesidad, la decisión y el dinero para irse a vivir solo: “Yo ya me quería ir cuando estaba por los 30 pero hablé con mi viejo y le dije que eso no pasaría mientras Bubba viviese porque yo no quería llevarlo conmigo y que por mi trabajo se tuviera que quedar solo pero tampoco irme y solo ir a visitarlo, entonces me quedé en la casa familiar hasta el final de mi perro”.

La muerte de Bubba

Fabricio Iván Roberto, nacido en Barracas, es fana del fútbol. Tuvo un gran desempeño en FEFI (la mayor liga de fútbol infantil y fútbol sala del país), pero una mononucleosis le impidió seguir jugando cuando pintaba como un gran 9. Así fue que volcó sus ganas a seguir el deporte como espectador. Bubba murió el 30 de octubre de 2017, justo cuando ya tenía todo planificado con un amigo para ir al Mundial de Rusia 2018.

“Cuando Bubba murió fue un día muy triste y el otro año era el Mundial de Rusia y yo lo tenía en mente para ir pero este golpe se sumó a que mi amigo con el que había planificado no iba a ir porque le salió un trabajo en el exterior. Un mes antes, finalmente, decidí ir después de una charla con mi viejo. Yo le conté que tenía un poco de miedo, ir a otro país, solo, tener que desenvolverme… Entonces mi papá me preguntó: ‘¿Qué es lo peor que te puede pasar?’Lo pensé, como que no vi nada terrible dije: ‘bueno, voy’”.

Bubba se hizo bandera

Una vez que Fabricio decidió viajar al Mundial de Rusia se prometió hacerlo en compañía, espiritual al menos, de su perro. “Ya que estaba pensé en armarme una bandera y en ponerle la cara de Bubba. Ni el escudo de mi club, que es Vélez, ni nada más que lo que está en la bandera, que es lo más significativo para mí pese a que soy fanático del Fortín”.

Bubba, el amigo del barrio y de los helados

“Decidí hacer la bandera porque gracias a Dios nosotros estuvimos juntos 12 años y 10 meses, un tiempo hermoso en el que él fue muy importante para mí. Yo lo quise mucho y mi familia también pero no solo nosotros sino todo el barrio. Yo lo llevaba suelto porque sabía que era completamente inofensivo y él saludaba a todos los vecinos. Dar una vuelta de cinco minutos capaz que nos llevaba una hora porque él saludaba a todos y le hablaban o me preguntaban cosas a mí o lo acariciaban”, dice Fachu con orgullo.

Y recuerda una anécdota la que, dice, resume lo que era Bubba: “Cuando salíamos a caminar, cerca de mi casa había una heladería y él daba la vuelta a la manzana y cuando la veía ya se ponía contento y tiraba para llegar. Ahí se sentaba en la puerta y la dueña salía y le daba un cucurucho con un poquito de vainilla y él se quedaba para que le diera el helado y le daba la mano. La gente se quedaba mirando y ese es uno de los recuerdos más lindos que tengo de él porque así era”.

En Rusia, la bandera de Bubba flameó en un gol inolvidable

Uno de los momentos más destacados para la Selección en esa Copa del Mundo fue el gol de Marcos Rojo a Nigeria y entonces fue el primer impacto. “Ese día me fui a dormir y cuando me levanté tenía el teléfono explotado por mensajes de WhatsAppque me avisaban que se hablaba de la bandera en las redes, aunque no fue tanto como ahora en la atajada del Dibu”, remarca.

En Qatar y gracias a Dibu Martínez, Bubba se convirtió en la bandera más linda del mundo

Iban 44 minutos del primer tiempo del partido que la Selección jugó ante México con la obligación de ganar para encauzar la historia en el Mundial Qatar 2022. Allí, Emiliano Dibu Martínez se hizo enorme y salvó una pelota que iba directo a la red. Fue tal la calidad de la acción del arquero argentino que hubo repeticiones de la jugada por todos lados y en una de las más impactantes se vio por detrás, justo por detrás de Dibu, la bandera de Bubba. A los segundos, la bandera más linda se había convertido en tendencia en las redes.

La viralización de Bubba

“Todo el mundo me empezó a escribir. Los que me conocen me decían que había salido en la tele porque yo estaba con mis amigos arriba de la bandera. Después por la diferencia horaria yo estaba durmiendo y cuando me desperté tenía 10 millones de mensajes. Uno era el de una chica que había subido un video en Tik Tok hablando de ‘la bandera más linda del mundo’y se hizo re viral, tiene millones de visitas, es una locura, lo vieron mis viejos, mi hermano, mis familiares y es re loco. Recibí mensajes re lindos que decían ‘Buba te amamos’, ‘Sos un genio’, pero también la gente me empezó a mandar historias de sus mascotas. Fue re lindo”.

Fabricio lo paseaba y Bubba le mostró el camino

Fabricio Roberto está en Qatar junto a un grupo de amigos. Es profesional, trabaja por su cuenta, sube y baja de los aviones. Vive solo. Toma una medicación psiquiátrica que le permite sobrellevar su cuadro y vivir la vida que desea. Su círculo ya sabe que si él pide que le abran la puerta o la ventana, es porque necesita respirar. Pero el primero que supo guiarlo fue Bubba.

“Me acuerdo que mi psicólogo me dijo. ‘Macho, tené un perro y hacete responsable’y bueno, yo creo que Bubba me mostró el camino, yo siempre sentí que fue eso lo que hizo. Si alguno estaba mal se le titraba encima, venía a dormir conmigo y se acostaba al lado, era muy inteligente. Yo siento que me fue mostrando el camino porque por ahí los días que yo estaba triste por lo que sea él siempre me recibía alegre, yo quizá no le daba bola y él me movía la cola, se me quedaba al lado y no sé, te daban ganas de abrazarlo”.

¿Llorar? No, Bubba era alegría

La muerte de Bubba transformó ese 30 de octubre de 2017 en el día más triste en la vida de Fabricio Fachu Roberto. “Ese día lloré un montón. Lloramos todos, mi familia y yo. Pero nunca más desde ahí porque a Bubba le siempre le dije que lo quería mucho, que lo amaba, que me salvó la vida. Todos lo acariciábamos y él entendía todo. Bubba era cariñoso, presente, inteligente, compañero… ¡Eso! Compañero es la palabra número uno que lo describe yera un tiempista también (dice y se ríe)porque estaba con el que tenía que estar”.

Dibu Martínez, la salud mental y una atajada inmortal con la bandera de Bubba

A veces la vida parece un cuento. Y en este caso el arquero de la Selección, Emiliano Dibu Martínez, la bandera de Bubba y Fabricio Roberto, su dueño, fueron protagonistas involuntarios de una misma historia con un denominador comun: la salud mental.

Es que al término del partido entre la Selección argentina y México, tan determinante para la Argentina en el Mundial, Dibu contó lo mucho que le pesó la derrota inicial ante Arabia y que para salvaguardarse de su cabeza, acudió a su psicólogo: “Para mí fue muy difícil venir con un invicto de casi 20 partidos y en mi primer Mundial, con toda mi familia acá recibir dos macetazos con dos tiros al arco que fueron gol me dolió muchísimo. No pude dormir por uno o dos días, tuve muchas sesiones con mi psicólogo para tener mente fría… lo usé más que nunca”, declaró el arquero luego del triunfo ante México.

Fabricio aprendió a aceptarse tal como es. Lo hizo cuando conoció a Bubba.

Por Luana Viera para TN

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