La vicepresidenta Cristina Kirchner llegó a la Casa Rosada para participar de la despedida de Diego Armando Maradona.
A las 14.35, entró a la capilla ardiente donde se realiza el velatorio. Allí, además de la familia de Maradona, estaba el presidente Alberto Fernández, con quien la vicepresidenta no hablaba desde hacía más de 40 días.
El paso de Cristina Kirchner por la capilla ardiente duró unos cinco minutos. Durante ese tiempo, ella estuvo hablando, al lado del féretro, con el Presidente, el gobernador bonaerense, Áxel Kicillof; el ministro del Interior, Eduardo De Pedro; la exmujer de Maradona Claudia Villafañe y las hijas Dalma, Gianinna y Jana.
Además, la vicepresidenta tuvo unos segundos sola junto al féretro. Posó sus dos manos sobre él, dejó apoyado un rosario y se despidió con unos golpes suaves.
Después, Cristina Kirchner dejó el salón. Fue con la senadora Anabel Fernández Sagasti hasta el despacho de De Pedro, donde los tres compartieron un almuerzo.
La última vez que Cristina Kirchner había estado en la Casa de Gobierno fue el 31 de agosto, cuando se anunció el acuerdo con los bonistas privados en el Museo de la Casa Rosada, un acto del que participaron casi todos los gobernadores.
