En este sentido, la mamá de Ekatherina contó: «Durante el embarazo los controles venían y en la semana 24 nos dijeron que ella tenía acumulación de líquido en el abdomen y sospechaban que podía ser algo cardiovascular».
«Nos dijeron que no estaba funcionando bien su corazón y que me tenía que ir a un centro de alta complejidad y me derivaron al Hospital Italiano de Buenos Aires. Pero a las 28 semanas me hicieron los estudios y dieron con la patología, nos dijeron que sus cavidades izquierdas del corazón no se formaron bien y no pueden cumplir su función», continuó.
En este sentido, la mujer detalló: «Cuando nació, a los pocos meses de vida le hicieron una cirugía pero salió con bastante complicaciones pero logró mejorar».
«Pero a los cuatro meses le hicieron otra cirugía y ese post operatorio fue peor. De ahí empezó con disfunción cardiaca y nos dijeron que ella podría necesitar un trasplante en algún momento», agregó.
Sin embargo, en enero de este año a Ekatherina le dio COVID-19 y neumonía y su corazón empeoró: «La tuvimos que internar y hablamos con las cardiólogas y la única opción es un trasplante. Nosotros queremos concientizar y que se hable de este tema», concluyó.