Invitan a plegar una y mil grullas por la paz mundial 

Será este domingo en la Escuela Provincial N°1 “Patagonia Argentina” de 14 a 17, con entrada libre y gratuita.

sábado 03/06/2023 - 18:24
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La actividad es convocada por “Plegadores de Origami”, la “Biblioteca TATA y POLO Madueño” y los “Productores y Artesanos de la Agricultura Familiar Feriantes Saavedra”. Se trata del proyecto colectivo XXV Acción Mil Grullas por la Paz, que se desarrollará en el marco de una nueva edición de la feria de productores y artesanos. 

El taller es dictado por Norma Córdoba, incluye materiales, con entrada libre y gratuita. “Se necesitan muchas manos para plegar por la paz en el mundo, principalmente paz para las infancias”, dijeron. 

Por otro lado, como en todas las ferias los productores ofrecerán verduras, huevos, conejos, elaborados, escabeche, embutidos caseros, plantas, artesanías, tejidos, amigurumis, barra de licuados, artesanías varias. Con la participación de elaboradores de Caleta Olivia.

Historia de las Mil Grullas 

Después de la bomba atómica sobre Hiroshima al final de la Segunda Guerra Mundial, Sadako Sasaki fue una de las niñas que no murió el día de la explosión, pero sí enfermó de mucha gravedad poco después, sufriendo una leucemia con tan solo 11 años, por la radiación atómica.

Cuando supo que estaba enferma, una amiga suya intentó animarla y le contó la leyenda de las Mil Grullas. En Japón, hacer figuras de papel es una tradición, la técnica se llama Origami y se conoce ya en casi todas partes del mundo. Su amiga le contó a Sadako que la tradición dice que concederán un deseo a aquél que consiga doblar mil grullas de papel como recompensa por el esfuerzo y la concentración que hacen falta para lograrlo. Este trabajo se llama el Senbazuru. Entonces, su amiga hizo una grulla de origami y se la dio a Sadako. «Aquí está tu primera grulla. Y le deseó que se cumpliera su deseo, curarse de su enfermedad. Sadako empezó a doblar grullas, una tras otra, intentando conseguir su deseo de curarse mágicamente. Pero por desgracia, no lo logró.

Murió en 1955 con 644 grullos revoloteando a su alrededor; conmovidos, sus amigas y compañeros de la escuela se propusieron terminar de plegar las mil grullas como un homenaje a su dedicación, y volverlas a plegar cada año para recordar. Así, decidieron también contarles a otros niños de Japón y del mundo cual había sido su historia y la de tantos niños y niñas, que como ella, no pudieron sobrevivir a la bomba atómica. 

Para que esta historia estuviera presente todos los días, se propusieron hacer un monumento, una estatua de Sadako con una grulla que hoy está en el Parque de la Paz de Hiroshima. Bajo ella está escrito: «Este es nuestro grito, esta es nuestra plegaria: paz en el mundo”. 

La historia de Sadako dio la vuelta al mundo y las grullas y el origami se convirtieron en símbolos de Paz y del rechazo a la guerra.

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