Honda consternación por el trágico choque en la zona de La Lobería

El accidente registró dos muertos y ocho heridos. Fue una triple y brutal colisión en la ruta 3 ya en tierras santacruceñas. Las víctimas fatales fueron una mujer y su pequeño hijo residentes en Comodoro…

lunes 08/08/2011 - 10:15
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El accidente registró dos muertos y ocho heridos. Fue una triple y brutal colisión en la ruta 3 ya en tierras santacruceñas. Las víctimas fatales fueron una mujer y su pequeño hijo residentes en Comodoro Rivadavia.

Una mujer de 39 años y su pequeño hijo de 4 perecieron trágicamente el sábado por la noche cuando la camioneta Chevrolet S-10 en la que viajaban chocó frontalmente con un Peugeot 306 en un tramo de recta de la ruta 3 que une Caleta Olivia con Comodoro Rivadavia. En el fatal accidente también estuvo involucrado un Fiat Punto que terminó volcando fuera del asfalto. Hay ocho heridos, dos de gravedad, según consignó el Diario Patagónico.

La camioneta Chevrolet S-10 en la que viajaban la mujer y el niño que fallecieron quedó destrozada y partida a la altura de la caja de carga. El trágico suceso se produjo a unos 34 Km. al norte de Caleta Olivia, a escasos cientos de metros del inicio de tramo en descenso zigzagueante que lleva al paraje La Lobería. A esa hora, pocos minutos después de las 20 de ayer, las condiciones climáticas eran normales y con un fluido tránsito vehicular.

La camioneta Chevrolet, de color negro, doble cabina, dominio EJU 603, que se dirigía hacia Comodoro Rivadavia era ocupada por cuatro personas. La conducía Jorge Dorazio, de 32 años, empleado de la empresa petrolera DLS, a quien acompañaba su esposa María Elena Morales, de 39, ambos integrantes de la colectividad brasileña.

En tanto, en el asiento trasero viajaban los dos pequeños hijos del matrimonio, un varón de 4 años y una nena de 9. La mamá y el pequeño, de nombre Eliot, son las víctimas fatales.

Panorama desolador
En sentido contrario, rumbo hacia Puerto Deseado, se desplazaba un Peugeot 306, dominio DGS 562, guiado por Walter Chocou, de aproximadamente 38 años, acompañado en el asiento delantero por su esposa Inés, en tanto que en el asiento posterior lo hacía una menor de edad y otra mujer de 65 años, identificada como Estela Rojas, probablemente la madre de alguna de las personas antes mencionadas.

Por causas que los peritos en accidentología deberán determinar, ambos vehículos chocaron frontalmente a mitad de la cinta asfáltica, en un tramo de recta trazado con líneas blancas intermitentes que permiten adelantamiento, por lo cual se cree que alguno de los dos conductores sobrepasó a otro u otros vehículos pero no tuvo la distancia suficiente para volver a su carril normal ante la proximidad del que venía de frente.

El impacto a alta velocidad fue terrible, brutal; a tal punto que la camioneta Chevrolet se partió en dos a la altura de la caja de carga y quedó atravesada a mitad de la división de carriles, con su frente apuntando al sector oeste.

El Peugeot, también destrozado, quedó sobre la banquina de su mano de circulación, distanciado unos 25 y también con su parte frontal en el mismo sentido que la S-10.

Instantes después del brutal choque, el conductor de un auto Fiat  Punto de color oscuro, dominio IQD 085 que iba detrás del Peugeot, no pudo evitar colisionar lateralmente contra la camioneta y aunque el impacto no fue frontal, se desvió hacia la izquierda (hacia la costa) y volcó fuera de la banquina, quedando en posición invertida, en una depresión de terreno.

Este vehículo era guiado por un policía que presta servicios en una dependencia de Caleta Olivia, identificado como Adolfo Riquelme, a quien acompañaba su esposa Andrea Vega.

Tensión y nerviosismo

Ocupantes de otros vehículos que circulaban por el lugar descendieron rápidamente en procura de ayudar a las víctimas, incluyendo varios médicos, hasta tanto llegaron ambulancias del Hospital Zonal de Caleta y del Hospital de Rada Tilly, al tiempo que también acudían a la emergencia personal policial de la Comisaría Ramón Santos (ubicada en el límite interprovincial) y de otras dependencias, como así también unidades de bomberos y de rescate de la localidad santacruceña.

Los heridos, algunos de ellos de gravedad, fueron evacuados hacia los hospitales mencionados de manera apresurada y sólo quedó en el lugar el cuerpo de la mujer fallecida que fue despedida del habitáculo de la camioneta y permaneció en el pavimento cubierto por una manta. El pequeño de 4 años murió minutos después de haber sido trasladado al Hospital de Caleta.

Aunque resultó confuso establecer fehacientemente hacia qué centros asistenciales fueron trasladados cada uno de los heridos, pudo saberse que el policía Riquelme y su esposa fueron llevados a Rada Tilly, quedando ambos fuera de peligro ya que sólo sufrieron contusiones y lesiones leves dado que llevaban puestos sus cintos se seguridad.

Por otro lado, voceros del Hospital Zonal de Caleta señalaron que ayer permanecía internado en ese nosocomio el conductor del Peugeot, Walter Chocou, quien presentaba traumatismos múltiples y su estado era comprometido. En tanto, su esposa Inés y  Estela Rojas, la mujer de 65 años que iba en el asiento trasero del mismo vehículo, acusaron lesiones menores, no pudiéndose establecer el cuadro clínico de la tercera ocupante, una menor de edad.

Asimismo se supo que al menos dos de los ocupantes de ese vehículo tuvieron que ser retirados del habitáculo por la unidad de rescate de los bomberos, para lo cual debieron cortarse chapas, parantes y retirar el techo.

Los dos sobrevivientes fueron trasladados al Hospital de Caleta. El conductor de la camioneta, Jorge Dorazio, un joven también conocido por su aficción a los caballos, sólo sufrió golpes leves y ayer por la mañana fue dado de alta, en tanto que su hija de aproximadamente 9 años permanecía internada con lesiones de consideración y pronóstico reservado en el mismo nosocomio.

Fuentes confiables revelaron a Diario Patagónico que Dorazio habría manifestado ayer a las autoridades policiales que él transitaba correctamente por su mano y que un auto (el Peugeot) que circulaba en sentido contrario se adelantó a otros que lo precedían no pudiendo retornar a tiempo a su carril.

Pese a que hubo vertiginosas maniobras de esquive, el choque no se pudo evitar, aunque todo ello surgirá del informe que elaboren los peritos en accidentología que debieron concluir su labor recién ayer, con la luz del día, tras lo cual fueron retirados del lugar los tres vehículos involucrados.

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