Gendarmería detonó dos de los explosivos y desactivó el restante

A media tarde de ayer, sobre la ladera del cerro Chenque, los expertos de Gendarmería Nacional lograron hacer estallar dos de los tres explosivos hallados en Comodoro Rivadavia durante las últimas semanas y cuya destrucción…

miércoles 09/02/2011 - 10:02
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A media tarde de ayer, sobre la ladera del cerro Chenque, los expertos de Gendarmería Nacional lograron hacer estallar dos de los tres explosivos hallados en Comodoro Rivadavia durante las últimas semanas y cuya destrucción fue ordenada por la Justicia Federal.

Así, fueron detonados el proyectil de mortero encontrado la semana pasada en el basural y otro artefacto de 22 centímetros que un vecino tenía como adorno en su casa. La bomba de mayor tamaño, encontrada el 7 de enero detrás de Eureka, finalmente resultó desactivada.

El corte del tránsito en la ruta 3 y el camino del Centenario generó un caos y malhumor en los automovilistas, muchos de los cuales desconocían que se iba a realizar ese operativo, anunciado recién en las últimas horas del lunes.

Tal como se anunció en la noche del lunes, ayer a partir de las 10 se desarrolló en la zona de El Infiernillo, donde se encuentra el circuito de mountain bike, un operativo para destruir los artefactos explosivos hallados en el ejido urbano de Comodoro Rivadavia. La tarea realizada por expertos de Gendarmería Nacional contó en materia de seguridad con la colaboración de Defensa Civil, Bomberos Voluntarios, Policía del Chubut, y Tránsito Municipal.

En principio se había anunciado que el procedimiento para destruir los explosivos se iba a extender de 10 a 14, pero su complejidad obligó a prolongar la operación hasta pasadas las 18, con el consecuente malestar para los automovilistas que debían transitar entre la zona céntrica y Kilómetro 3 y que debieron utilizar el camino alternativo Roque González, ante el corte de la circulación tanto por la ruta nacional 3 como por el camino del Centenario.

La demora en hacer explotar los artefactos resultó considerable, ya que Gendarmería estimaba que iba a poder detonar el primer explosivo alrededor de  las 11:30.

Sin embargo, el primer intento se efectuó sobre las 15:20 y resultó fallido. Recién casi una hora después finalmente se escuchó el estallido del mortero de 120 milímetros hallado la semana pasada en el basural municipal.

Mientras, sobre las 18:30 se hizo estallar la tercera bomba, la de 22 centímetros y en el caso del proyectil de mayor tamaño, aquel que fue encontrado detrás de la estación de servicio, donde hace años funcionó un tambo, logró ser desactivado.

La operación

Además de la Gendarmería, quienes también siguieron minuto a minuto el operativo montado desde las 10 fueron el jefe de la Unidad Regional de Policía Gustavo Alfredo, el jefe de Operaciones Gustavo Dallarosa y el jefe de Comisaría Primera Pedro Cifuentes, quienes coordinaron los cortes de ruta y accesos a la zona de El infiernillo junto a Tránsito Municipal en permanente contacto con el jefe de la fuerza a cargo de la destrucción de los explosivos, Walter Chávez.

La bomba que fue hallada el 7 de enero en la zona de El Infiernillo a partir de un alerta de Diario Patagónico al Grupo Especial de Operaciones Policiales (GEOP), fue trasladada ayer desde el lugar donde fue hallada en el antiguo tambo hasta una grieta de la ladera del cerro Chenque, distante unos 200 metros.

La bomba fue transportada a través de un trineo de chapa por una camioneta de Defensa Civil. Con la ayuda de unas guías, el trineo se desplazó por un camino trazado por una retroexcavadora y se trabó al menos dos veces.  Pasó  largo tiempo para que el artefacto pudiera ser transportado al lugar indicado bajo una máxima cautela.

Los trabajos de movimiento se extendieron hasta las 13 y a partir de ese momento se abrió temporalmente el tránsito por la ruta nacional 3, hasta las 15.

Una vez con el artefacto en el lugar de su destrucción se habilitó temporalmente el tránsito en la ruta 3 –no así en el camino del Centenario, más próximo al lugar del operativo– mientras que colocaban los detonadores de TNT (trinitrotolueno) en el proyectil.

Los cuatro especialistas de Gendarmería lidiaron con muchos contratiempos. Una máquina vial trabajó en el lugar por más de una hora arrojando unas 25 paladas de tierra sobre el explosivo al que lo habían tapado con algunos restos de chapa y plásticos. Además, a unos 200 metros del lugar se había levantado una trinchera, sitio hasta donde se llevó la mecha del detonador.

La demora se hacía agotadora. Todos esperaban el momento de la detonación y recién sobre las 15:19 accionaron el artefacto. Sólo se escuchó una pequeña detonación, pero el aparato no explotó.

Entonces se inspeccionó el cable del detonador porque se creía que registraba algún defecto. Sin embargo, trascartón sobre las 15:40, al comprobar que funcionaba, se decidió hacer estallar otro de los explosivos sobre la misma grieta.

De ese modo, el proyectil de 120 milímetros para mortero hallado en el basural sí estalló. Ocurrió a las 16:04.

El grito de un gendarme avisó, y vino la detonación. La misma fue rápida. El sonido de la explosión retumbó y dejó su eco en el cañadón del cerro Arenales. Un hongo de humo negro y olor a pólvora se adueñó del cielo de El Infiernillo donde se encontraba también apostado el equipo periodístico de Diario Patagónico.

Sobre las 16:25 se intentó nuevamente hacer estallar el primer explosivo, pero sin éxito, por lo que finalmente se trabajó en desactivar esa bomba en lugar de hacerla estallar.

A todo esto, sobre las 17 se volvió a liberar el tránsito de ruta 3 mientras se mantenía cortada la circulación por el camino Centenario.

Finalmente alrededor de las 18:30 se procedió a la detonación de la tercera bomba, la de 22 centímetros hallada en la vivienda de un ciudadano que la tenía como adorno.

Para su detonación ya se había liberado totalmente la ruta 3 y sólo se mantuvo cortado el Camino Centenario que resultó abierto alrededor de las 19 para dar por concluido el operativo.

(El Patagónico)

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