Fuerte baja: la actividad metalúrgica cayó 4,2% en noviembre y acumuló un descenso de 3,5% en once meses

El descenso en el penúltimo mes del 2023 configura la sexta caída consecutiva en términos interanuales a lo largo del año para la actividad metalúrgica y refleja la desaceleración de la economía en general.

lunes 08/01/2024 - 15:38
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La industria metalúrgica registró otro retroceso en noviembre, marcando una caída del 4,2% en comparación con el mismo período del año anterior. Este declive representa la sexta caída consecutiva en términos interanuales a lo largo del año. Asimismo, al contrastar estos datos con octubre de 2023, se revela una contracción adicional del 0,2%. Informó Ámbito.

En el acumulado del año, la actividad metalúrgica ha permanecido en terreno negativo, presentando una variación acumulada del 3,5%. La información se desprende de un informe realizado por el área económica de la Asociación de Industria Metalúrgicos de la República Argentina (ADMIRA), el cual sostiene que, las proyecciones para diciembre anticipan otra contracción en el rango del 3,5% al 4,5%.

De esta manera, la caída de la actividad metalúrgica argentina en noviembre de 2023 refleja la desaceleración de la economía en general.

Los factores que explican esta caída:

  • La sequía, que ha afectado a la producción agrícola y, por lo tanto, a la demanda de maquinaria agrícola.
  • Los problemas vinculados al comercio exterior, que han afectado a las exportaciones de autopartes y fundición.
  • La incertidumbre macroeconómica, que ha afectado a la inversión y a la demanda interna.
  • La caída de la actividad metalúrgica tiene un impacto negativo en la economía argentina, ya que se trata de un sector importante en términos de empleo, exportaciones y producción industrial.

Esta tendencia negativa se ha visto reflejada en casi todos los sectores metalúrgicos, con excepción de las empresas dedicadas al Equipamiento Médico y Equipos Eléctricos. Por otro lado, los sectores vinculados a la cadena de valor del agro han sufrido fuertes descensos en la producción, incluyendo la Maquinaria Agrícola y Carrocerías, remolques y semirremolques, de acuerdo con el documento de ADMIRA.

En términos de utilización de la capacidad instalada (UCI), noviembre anotó una disminución, alcanzando alrededor del 55,0%. Esto representa una baja de 4,8 puntos porcentuales en comparación con el mismo mes del año anterior. El promedio anual se sitúa en 55,1%, reflejando una disminución de 2,5 puntos porcentuales con respecto al promedio del año 2022.

El nivel de empleo ha mostrado una leve variación del 0,2% en comparación con el mismo mes del año anterior. A pesar de mantenerse relativamente estable desde el 2022, se evidencia una ralentización en el crecimiento de los puestos laborales hacia finales de ese año.

En el desglose del empleo por porcentaje de empresas, se destaca que durante noviembre del 2023, el 32,5% de las empresas aumentaron su plantilla de empleados, mientras que el 30,8% no registró variaciones, advierte la asociación.

Actividad metalúrgica: sector por sector

A nivel sectorial, solo dos sectores experimentaron un incremento en sus niveles de producción durante noviembre: Equipamiento Médico (0,9%) y Equipos y aparatos eléctricos (0,7%). En contraste, el sector de Maquinaria Agrícola (-15,3%) continúa afectado por la sequía, acumulando más de un año de disminuciones en su producción. El sector de Carrocerías y Remolques (-6,9%) también ha experimentado una caída en su producción durante el mismo período.

Otros sectores, como Autopartes (-5,1%) y Fundición (-5,1%), continúan profundizando sus descensos en la producción, influenciados por problemas asociados a la cadena de valor automotriz y a las restricciones en el comercio exterior.

Por último, las perspectivas para la producción futura siguen siendo negativas, aunque con una ligera mejoría en noviembre. Las expectativas se han vuelto cada vez más pesimistas desde fines del 2022, debido al endurecimiento en las restricciones a la importación de insumos y al contexto macroeconómico actual.

En conclusión, las empresas metalúrgicas enfrentan desafíos significativos, con expectativas negativas en la demanda interna, externa y en la importación de insumos. Además, se prevé un aumento en la necesidad de financiamiento a través de créditos para sostener las actividades productivas, evidenciando un panorama desafiante para el sector en los próximos meses.

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