El Pincha completó 2 juegos invicto (1 triunfo y 1 empate). Como local llegaba de perder, y suma 2 juegos sin vencer. El Matador completó 5 encuentros sin halagos (3 empates y 2 derrotas). Como visitante completó 7 sin ganar (3 empates y 4 caídas).
Los platenses comenzaron el partido tratando de jugar con la pelota al pie, distribuyendo el juego a lo ancho de la cancha y avanzar escalonadamente. Y, aunque tuvo el control durante los primeros minutos, el partido se desarrolló sin muchas situaciones.
Por el lado de Tigre, el equipo de Camoranesi intentaba ser rápido en la transición y pegar golpes certeros; eso tampoco sucedió. El Matador no sólo carecía de un armador claro de juego, sino que tampoco tenía el control de la pelota como para intentar algo claro.
En el primer cuarto de hora se notó a un Estudiantes que tenía la pelota y quería llevarla prolijamente al área contraria, cosa que no sucedía muy asiduamente por la poca claridad en la generación de juego.
Para fortuna del Pincha, a los 15 minutos llegó una buena noticia; Erramuspe, defensor de Tigre, fue a trabar con la pierna arriba contra Barbona, dejando al delantero de Estudiantes tendido en el piso. Losteau cobró y le sacó la tarjeta roja, dejando al equipo visitante con 10 jugadores.
Pero el partido no varió mucho; el Pincha siguió yendo bien desde el arco hasta tres cuartos de cancha, y diluyéndose a medida que se acercaba al área contraria. Y Tigre, con uno menos, se refugiaba con lo que tenía y buscaba algún golpe de suerte o un rebote salvador. Fueron minutos aburridos con una posesión total de Estudiantes, que seguía intentando a fuerza de intentos por ambos costados. Así se fueron unos mediocres diez minutos en los que nada importante sucedió.
A los 22 minutos apareció de nuevo el peligro; la Gata tiró un buen tiro libre sin tomar carrera y Sebastián García se vio obligado a desviar al córner. Luego siguieron otros diez minutos en los que la pelota fue y vino entre los jugadores pincharratas, salvo algunas contras que no llegaron muy lejos de Tigre, hasta los 32 minutos, donde se presentó la jugada que más estuvo cerca de convertirse en gol.
Un buen desborde de Marchioni terminó en centro atrás por abajo que, otra vez, la Gata Fernández en una inmejorable posición envió -inexplicablemente- por encima del travesaño.
Los minutos siguientes fueron más de lo mismo y se fue el partido con empate.
