Un tenso y desagradable momento se vivió en medio del partido que disputaban Estudiantes y Boca.
Promediaba el primer tiempo cuando el juvenil Javier Altamirano se desvaneció y sufrió convulsiones.
La escena generó inmediato impacto en los jugadores, terna arbitral, cuerpos técnicos y la propia gente.
La ambulancia tardó 3 minutos en ingresar para atender al futbolista y terminó llevándolo con suma urgencia a un hospital.
Se desconocía el estado del juvenil, que sufrió la descompensación y todavía no había recibido un diagnóstico.
El árbitro del encuentro determinó la suspensión del encuentro por la tensión que había quedado luego del angustiante episodio.