Estremecedores detalles de la noche de locura de la ex jugadora de San Lorenzo presa por matar en una fiesta clandestina

A un mes de la captura de Brisa Ayelén Acebey, y tras pasar 235 días prófuga, le dictaron la prisión preventiva por el crimen de Dylan Robledo, papá de dos niños. Qué contaron los testigos…

miércoles 15/06/2022 - 9:17
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A un mes de la captura de Brisa Ayelén Acebey, y tras pasar 235 días prófuga, le dictaron la prisión preventiva por el crimen de Dylan Robledo, papá de dos niños. Qué contaron los testigos

El dato es estremecedor y da cuenta de la noche de locura en la fiesta clandestina de Lanús que el 19 de septiembre pasado terminó con el crimen de un joven papá de dos niños, según publica Infobae.

En el fallo donde se dictó la prisión preventiva a Brisa Ayelén Acebey de 19 años, una de las mellizas presa por el asesinato y ex jugadora de San Lorenzo, se revelaron detalles de lo sucedido y se estableció que la detenida, antes de cometer el homicidio, le había gatillado a otros dos jóvenes. Ninguno de los dos tiros salieron, excepto por el tercero, que fue directo a la cara de Dylan Robledo de 20 años.

Luego de un mes de la detención de Brisa Ayelén Acebey, el juez Esteban Pablo Baccini, a cargo del Juzgado de Garantías N°4 de Avellaneda-Lanús, convalidó la prisión preventiva para la acusada que estuvo prófuga durante 235 días. Quedó presa por el delito de »homicidio agravado por uso de arma de fuego» de Dylan.

En el fallo, el magistrado decretó sobre la imputada una »inhibición general de bienes en la suma de diez mil pesos, a fin de asegurar el pago de las costas y los gastos del proceso».

En la investigación realizada por el fiscal Martín Rodríguez, titular de la UFI N°6 de Avellaneda-Lanús, puso de manifiesto que el 19 de septiembre de 2021 la imputada asistió a una fiesta con un revólver y mató a Dylan, papá de dos nenes de 1 y 5 años, respectivamente.

También detalló que, antes de dispararle a Dylan, la ex integrante del equipo de fútbol femenino de San Lorenzo, las “Santitas de Boedo”, le gatilló a otras dos personas. “Lo hacía desde muy cerca sin decir nada. Creo que la gente le tenía miedo”, dijo uno de los testigos en su declaración.

Según los testimonios recabados por el fiscal Rodríguez, se conoció que en el día de la fiesta, Acebey estaba alcoholizada. Bailaba y cantaba con el arma en la mano. Aún así, la joven estaba consciente. »Hablaba y respondía. Se podía dialogar con ella», coincidieron, al menos, cuatro de los presentes.

El asesinato de Dylan ocurrió “hacia el final de la fiesta”, cerca de las 10 del domingo 19 de septiembre. “Hasta que Brisa sacó el arma, todo estaba tranquilo. Todos jodíamos, bailábamos y tomábamos”, dijo uno de los testigos que presenció el crimen.

Todo habría ocurrido cuando la imputada comenzó a »revolear» el arma. Primero, apuntó al DJ en la zona del estómago, y después a un amigo de Dylan. Ambos le llamaron la atención: »Le pedí que se alejara de mí», le dijo uno. El otro, en su declaración, dijo que la insultó y luego comenzó a forcejar para sacarle el revólver.


Dylan Robledo
Foto: Infobae

Acebey hizo caso omiso y continuó “jodiendo” -en base al fallo de la preventiva- con el arma, hasta que se paró enfrente de Dylan, le apuntó y gatilló como lo había hecho previamente.

“La primera vez él la enfrentó y se colocó frente contra frente. Ahí fue cuando ella le disparó en el rostro. El disparo fue a centímetros de distancia ya que, prácticamente, el arma estaba pegada a la cara”, dijo el testigo del crimen.

La autopsia reveló que la causa de muerte de Dylan fue un paro cardiorrespiratorio traumático “siendo la causa originaria un traumatismo cráneo encefálico secundario al paso de un proyectil que ingresó por la mejilla derecha”.

Los peritos describieron la dirección del disparo “de derecha a izquierda, de abajo hacia arriba y de adelante hacia atrás”. Además, indicaron que había signos de “ahumamiento y quemadura” en el orificio de entrada por lo que se estima que “el disparo se efectuó cercano al contacto”.

Tras el disparo, Dylan se desplomó. Los testigos coincidieron en que, al escuchar el estruendo, hubo gritos y, enseguida, muchos comenzaron a huir del lugar. Uno de ellos mencionó que, al ver al joven tendido en el suelo, Acebey gritó: “Qué hice, qué hice”, y dejó caer el arma. Luego, abrió la puerta y huyó junto a su hermana melliza, Priscila.

La imputada pasó 235 días prófuga. Se entregó el pasado 11 de mayo a la mañana, 24 horas después del pedido de recompensa emitido por el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires.

En su declaración, Acebey negó haber estado prófuga y aseguró que durante estos ocho meses siempre estuvo en su casa. Además, sostuvo que el arma no era de ella sino de otra persona y que, previo a entregársela, “la habría descargado”. Por último, señaló que “el disparo se habría efectuado accidentalmente mientras bailaba”.

Para el juez Baccini esa versión “no alcanza a desvirtuar el plexo cargoso reunido en la investigación”.

Por este motivo, el magistrado resolvió convertir en prisión preventiva la actual detención de la imputada que, por estos días, será trasladada a una dependencia del Servicio Penitenciario Bonaerense.

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