Emanuel Vidal es vecino de la localidad bonaerense de Banfield y economista recibido de la Universidad de Buenos Aires, pero su vida fue muy distinta a la de sus colegas. Desde hace más de cinco años vende café en un llamativo carrito, con el que recorre los andenes de la estación de Lomas de Zamora, indica El Diario Sur.
Trabajó varios años en su profesión y hasta llegó a tener su propia consultora, pero en un momento quiso parar para pasar más tiempo con sus hijos, ahora de 18 y 11 años. “Mi profesión, en el pasado me ayudó a hacerme de una base que es en la cual terminé sustentando el resto, pero mi día a día lo construyo más con la alegría y la experiencia de tener lo necesario de cada cosa que hago”, comentó Emanuel, en diálogo con El Diario Sur.
“Yo me considero una persona muy rica hoy en día, no por lo material sino porque no me falta, o sea, de todos los aspectos de mi vida que quiero tener, en lo material tengo lo necesario, y en lo afectivo, con mis hijos, estoy lleno”, destacó el hombre, que es muy conocido por los pasajeros del ferrocarril, con su carrito al que bautizó “Café del Tren”.
Emanuel vende cada mañana café, alfajores, caramelos y chicles; además de licuados en los meses de más calor. Sin embargo, lo que caracteriza al emprendimiento del economista es el cartel LED del carro en el que coloca las noticias más importantes del día y una música que lo identifica llamada “Rock del Café”, que se escucha en la estación de Lomas, a donde llega cada mañana.
Además, otra de las características particulares del LED con el que se anuncia Emanuel es que en él se pueden leer distintas frases motivadoras, una por cada día de la semana. “Son frases para que la gente no baje los brazos porque a veces sufrimos mucho por lo que no tenemos y no nos damos cuenta de lo que tenemos”, aseguró el vecino de Banfield.
“La posibilidad de estar en contacto con las personas me permite ver tantas realidades diferentes que me siento un agradecido porque veo lo bien que puedo llegar a estar yo comparado con los otros”, indicó el emprendedor, que también hace sorteos en fechas especiales como el Día del Niño o el Día de la Madre.
Cada día Emanuel vende 40 cafés, a mil pesos cada uno, precio que mantiene desde abril. “Pude mantener el precio porque me stockee previendo los cambios que hubo en los últimos meses”, dijo. “Lo que gano me alcanza para vivir, no necesito más”, finalizó el hombre que maneja el carro de café que sorprende a los pasajeros del Tren Roca.
Cómo es un día de Emanuel
La jornada de Emanuel arranca bien temprano, alrededor de las 4 de la mañana, cuando prepara todo para tener el café bien caliente para poder ofrecérselo a los pasajeros que suben al Tren Roca bien temprano en la mañana para llegar a sus trabajos.
“Cada día estoy en los andenes 2 y 3 de la estación de Lomas desde las 6 más o menos hasta las 11”, señaló el hombre. “Después llevo a mi hijo más chico a la escuela, antes le hago de comer, me ocupo el resto del día de eso”, finalizó.