Desde ayer comenzó a regir la ordenanza municipal Nº 10.307/11 del Concejo Deliberante que declara la emergencia del uso del agua potable en toda la ciudad. El Municipio ya puso en marcha un plan de acción.
Como políticas para contrarrestar la situación de emergencia, el Ejecutivo municipal decidió conformar una Comisión de Seguimiento, lanzar una fuerte campaña de concientización e implementar un sistema de multas a quienes infrinjan esta reglamentación. Las multas rondarán entre los 1.000 a los 2.000 pesos por regar fuera de horario y derrochar este recurso, cuyo cuidado resulta indispensable para el uso de la comunidad.
La ordenanza tendrá validez hasta el 31 de marzo; y sólo podrán llenarse las piletas de natación, regar parques, jardines o huertas y lavar patios y veredas entre las 20 y las 8 de la mañana.
En tal marco, las sanciones a aplicar son las previstas en el contrato de concesión, empleando además el concepto de reincidencia. En el caso de la primera, las multas se incrementan al 50 por ciento de su valor mientras que para los casos de nuevas reincidencias las multas se cobrarán el doble.
Según lo establece la ordenanza, por estas horas se asignará el responsable de la Comisión por parte del Municipio. Del mismo modo, la SCPL hará lo propio con la finalidad de tomar cartas en el asunto.
Según informó el subsecretario de Medio Ambiente, Fabián Suárez, ya se están planificando acciones de concientización y elaborando informes en conjunto con profesionales vinculados a la temática y que establezcan el estado de situación actual de las aguas de la ciudad.
Este proyecto de emergencia establece criterios básicos para el uso racional, el control, la gestión y la protección del recurso en el ámbito municipal. Asimismo entiende a la declaración de emergencia, la situación de recuperación de las reservas, que hace necesario adoptar un plan de acción a corto plazo con medidas mínimas de prevención, tendientes además a la toma de conciencia de la comunidad respecto del uso del recurso de agua potable.
