Ya se palpitan las elecciones a pesar de que no haya escenario, fecha ni candidatos definidos.
El año electoral dice en el almanaque “2023”. Pero los tiempos políticos están muy acelerados en Chubut, por la reorganización de los principales frentes políticos, introduce la columna «De Puño y Letra» de diario El Chubut.
La posibilidad incluso de desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales y adelantarlas, como ha ocurrido en 2019, y antes, en 2011, ha sido reconocida por el gobernador Mariano Arcioni, que -cree- una elección independiente le dará legitimidad al comicio provincial.
La idea es correcta. Los ciudadanos de Chubut deben poder elegir gobernador e intendentes sin “contaminar” las elecciones por boletas sábana, o por los candidatos nacionales. Incluso alguien del oficialismo podría sorprender con un proyecto de Boleta única para elecciones provinciales, si son desdobladas.
En la Legislatura ya hay uno de estos proyectos, del bloque de la UCR, presentado por los diputados Manuel Pagliaroni y Andrea Aguilera. En el sistema de Boleta única, todos los candidatos de todos los partidos están en un mismo papel, y el votante marca las casillas de su preferencia. Ya hay cinco provincias que tienen este tipo de ley y en cuatro, la Boleta única ya fue puesta en práctica el año pasado. Ese debate podría colarse en la agenda electoral de Chubut.
Como sea, la temporada política para la próxima renovación de gobernador, legisladores provinciales, intendentes y concejales ha empezado a correr. Al año “calendario” probable de aquí a las elecciones de marzo o abril del año próximo, hay que “restarle” el Mundial de Qatar (21 de noviembre al 18 de diciembre), las fiestas de fin de año, y las vacaciones.
Por lo que el proceso de selección de precandidaturas y candidaturas pasará casi desapercibido para la población, que además estará preocupada con una inflación cercana al 60 % y la pobreza en aumento.
A los futuros candidatos, sólo les quedarán las fiestas populares de la próxima temporada para mostrarse un poco, en medio de un panorama de variables que la política de Chubut no maneja: acuerdo con el FMI, inflación, empleo, pobreza, e incluso la explosión por los aires de los precios internacionales de algunos alimentos y de los combustibles a causa de la invasión rusa a Ucrania, que podría durar meses.
