El organismo contralor resolvió dar apertura de juicio de cuenta y responsabilidad al secretario de Economía municipal, José Luis Alassia, y al contador Ernesto Panizzo, por irregularidades en la disposición de $914.585,25 para la compra de cuotas parte del Fideicomiso Financiero Chubut. Ambos deberán comparecer en un plazo de 15 días hábiles.
Para el Tribunal de Cuentas, el secretario Alassia “necesariamente debió haber advertido la imposibilidad de avanzar en la disposición de fondos”.
El Tribunal de Cuentas Municipal (TCM) ya había dispuesto, en marzo pasado, la observación de las actuaciones del Poder Ejecutivo del municipio en relación con la adquisición de cuotas-parte del Fideicomiso Financiero Chubut, para lo que dispuso de un millón de pesos en junio de 2010, ad referéndum del Concejo Deliberante y sin visado del organismo.
En tal contexto, el organismo había resuelto ordenar la instrucción de un sumario, a fines de deslindar responsabilidades, advirtiendo que podría configurarse un supuesto de “gravedad institucional”.
Tal escrito aludía directamente a la “responsabilidad política del secretario de Economía y Finanzas –José Luis Alassia–, quien necesariamente debió haber advertido la imposibilidad de avanzar en la disposición de fondos”.
Ahora se suma una nueva resolución, con la que el TCM abre directamente un juicio de cuenta de responsabilidad al funcionario, y también al contador general de la comuna, Ernesto Panizzo, para lo cual ambos deberán comparecer ante el organismo en un plazo de quince días hábiles una vez notificados, es decir el viernes 27 de mayo, dado que el escrito y su envío al Ejecutivo data del último viernes 6.
Los cargos
Los cargos que se imputan a los funcionarios incluyen el haber dispuesto, autorizado y efectuado la erogación de $914.585 de una cuenta municipal del Banco Chubut, con destino a la adquisición de valores del citado Fideicomiso.
Esta disposición de fondos públicos, desde la cuenta “Rentas Generales”, se realizó sin contar con el visado previo del TCM –impuesto por Carta Orgánica–, a pesar de que el organismo había advertido de tal requerimiento con 21 días de antelación.
También se les imputa haber ordenado y autorizado la disposición de los fondos sin una orden de pago ni imputación presupuestaria, contraviniendo las prescripciones de la Ordenanza General de Contabilidad.
Además, tal disposición se produjo sin que obrara partida ni crédito presupuestario, también contraviniendo la ordenanza de contabilidad y la Carta Orgánica Municipal, y sin cumplimentar los pasos y la intervención de la Tesorería General, hecho prohibido expresamente por ordenanza.
En 2011 se invirtió otro millón
El presupuesto municipal 2011 contempló una partida específica de un millón de pesos para ser invertida en el Fideicomiso, zanjando la discusión que se había dado el año anterior y cuyas actuaciones se cuestionan hoy, basadas justamente en la falta de partida presupuestaria a que imputarla, y la discusión de si se trataba de una inversión a corto o largo plazo para determinar las potestades.
En tal contexto, el Ejecutivo había procedido a autorizar el gasto mediante acuerdo general de secretarios dado que el contador general había emitido en su momento algunas objeciones.
La disposición de fondos se dio de todos modos ad referéndum del Concejo Deliberante, que aprobó luego el gasto por mayoría, con la abstención de Viviana Navarro (FpV) y las negativas de Gustavo Reyes (FpV), y los radicales Jorge Camarda y Gustavo Borracer.
Las argumentaciones para la falta de respaldo aludían justamente a la carencia de visado del Tribunal y a la premura del Ejecutivo en darle tratamiento sin consignar la partida presupuestaria de la que se tomarían los fondos cometidos.
(El Patagónico)
