El PJ selló una tregua, pero sigue la tensión

Los principales personajes de la disputa llegaron todos juntos, a última hora. En el camping de Camioneros, en Sierra de los Padres, la cúpula del PJ bonaerense almorzaba impaciente. El gobernador Daniel Scioli bajó, de…

sábado 19/02/2011 - 15:27
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Los principales personajes de la disputa llegaron todos juntos, a última hora. En el camping de Camioneros, en Sierra de los Padres, la cúpula del PJ bonaerense almorzaba impaciente. El gobernador Daniel Scioli bajó, de repente, de la misma combi que el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y que los intendentes Hugo Curto (Tres de Febrero), Luis Acuña (Hurlingham), Fernando Espinoza (La Matanza) y Alberto Descalzo (Ituzaingó), cuatro de los intendentes que resisten férreamente el plan electoral más discutido del Gobierno: las listas colectoras.

Adentro, el resto esperaba el comienzo del primer encuentro del año del consejo provincial, temeroso de que la pelea se apoderara del corazón del partido. Pero los recién llegados entraron a la cita con un acuerdo de última hora: esconder el debate, no hablar una palabra sobre las colectoras y posponer la disputa para negociar, en los próximos 60 días, una salida a la crisis. Un pacto que fue sellado de urgencia y necesitó de la intervención del gobernador, de tres ministros nacionales y de negociaciones y llamadas durante 72 horas.

Las febriles charlas igual no alcanzaron para esconder un malestar evidente. Al salir de la reunión, la mayoría de los consejeros sólo hablaba del tema que no se había tratado formalmente. «Esto recién empieza. El PJ entró en una guerra fría. Las colectoras van a traer problemas», confesaba ayer un integrante del grupo de intendentes que acordó posponer el debate.

En los últimos tres días se sucedieron incontables reuniones para intentar bajar los decibeles. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, acordó no viajar para no incrementar la tensión con su defensa abierta del proyecto oficial. El ministro de Planificación, Julio De Vido, llamó al jefe de la CGT, Hugo Moyano, para que no se le ocurriera enfrentarse con los jefes comunales.

(La Nación)

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