
Este 3 de mayo, en el marco del Día Mundial de la Libertad de Prensa, el Gobierno argentino publicó un mensaje a través de la cuenta oficial de la Casa Rosada en la red social X. En el comunicado, destacó la eliminación de la pauta oficial como una política destinada a “garantizar la libertad de prensa absoluta” en el país.
“Conmemoramos el Día Mundial de la Libertad de Prensa celebrando la decisión del Gobierno de haber eliminado la pauta oficial, garantizando así la libertad de prensa absoluta en la Argentina”, indicaron en el mensaje, que fue acompañado por una imagen con una frase atribuida al historiador romano Cornelio Tácito: “Rara felicidad la de los tiempos en que es lícito pensar lo que se quiere y decir lo que se piensa”.
El Día Mundial de la Libertad de Prensa fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993, a propuesta de la UNESCO, como una jornada para recordar la importancia de este derecho fundamental y rendir homenaje a los periodistas que han perdido la vida en el ejercicio de su labor.
El mensaje del Gobierno se difundió en un contexto de creciente tensión con distintos medios de comunicación y periodistas. En las últimas semanas, el presidente Javier Milei ha intensificado sus críticas a la prensa, replicando mensajes polémicos desde sus redes sociales. Una de las frases más resonantes fue: “No odiamos lo suficiente a los periodistas”, que generó preocupación en organizaciones del sector.
En paralelo, el informe 2025 de Reporteros sin Fronteras (RSF), publicado este viernes, ubicó a la Argentina en el puesto 87° entre 180 países en el índice global de libertad de prensa, con una caída de 21 lugares respecto al año anterior. Desde el inicio del actual gobierno, el país descendió 47 posiciones en total. Según el reporte, los principales retrocesos se deben a “giros autoritarios” y a la estigmatización de periodistas por parte del Ejecutivo.
El informe también señala como preocupante el desmantelamiento de medios públicos y el uso de la publicidad oficial como herramienta de presión política. Además, advierte sobre el cierre sostenido de medios por dificultades económicas, un fenómeno que afecta a casi un tercio de las naciones analizadas.