Tras 20 horas de debate, el proyecto tuvo luz verde en Diputados. El oficialismo obtuvo quórum y logró habilitar la sesión con dos tercios de los presentes, pero la oposición pidió un cuarto intermedio para analizar el proyecto. La presión de los gobernadores y el debut de Cristina Kirchner al frente de la Cámara Alta.
Con solo algunas horas de diferencia con la Cámara de Diputados, poco después de las cuatro de la tarde el Senado comenzó la sesión en la que el oficialismo buscará darle sanción definitiva al mega proyecto de emergencia económica que tuvo una maratónica discusión de casi 20 horas en Diputados y que autoriza al presidente Alberto Fernández a renegociar la deuda pública, aumentar retenciones al campo, congelar jubilaciones por seis meses, diagramar el nuevo cuadro tarifario y aplicar un impuesto a la compra de divisas para tenencia y para el turismo, entre otras iniciativas.
En la primera sesión encabezada por Cristina Kirchner, el Frente de Todos logró quórum con la presencia de 37 legisladores, pero necesitó la ayuda de un integrante de Cambiemos, el salteño Juan Carlos Romero, y de la neuquina Lucila Crexell, que dejó la coalición opositora en medio de un conflicto con el radicalismo.
En el comienzo de la sesión, Julio Cobos encabezó un homenaje a Leandro Despouy, un histórico dirigente radical que falleció esta semana.
Luego, los presidentes de los bloques del Frente de Todos, José Mayans, y de Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff, negociaron un cuarto intermedio de dos horas para que la oposición pueda analizar algunos aspectos del proyecto, sobre todo las modificaciones que se realizaron en Diputados, que recién ingresó al Senado a las 15.50.
Es que la oposición tiene la llave para que el oficialismo pueda aprobar el proyecto, que como no fue tratado en comisiones del Senado, debe contar con el apoyo de dos tercios de los legisladores presentes para que se convierta en ley. Para lograr eso, el Frente de Todos necesita convencer a los senadores de Cambiemos o que la oposición deje el recinto para apoyarse en los votos propios y lograr el número necesario. Justamente por eso el Frente de Todos no tuvo mucha alternativa y debió aceptar el pedido del cuarto intermedio de Naidenoff.
Después de intensas negociaciones en torno a los impuestos a los derechos de exportación al agro y al congelamiento de los haberes jubilatorios entre el Frente de Todos y los bloques aliados, que ayudaron al oficialismo a la obtención del quórum en la Cámara baja, el Gobierno obtuvo la media sanción en general del proyecto de Solidaridad Social y Reactivación Productiva con 134 votos a favor y 11 en contra.
El Frente de Todos logró la aprobación en Diputados con la suma de los interbloques Federal, conducido por Eduardo “Bali” Bucca, y Unidad Federal para el Desarrollo, del mendocino José Luis Ramón.
Ahora, el Gobierno en el Senado, en lo que se prevé un trámite mucho más corto que en Diputados, buscaba encaminar la sanción definitiva, en una sesión sobre tablas –se necesitan los dos tercios de los presentes para habilitar la discusión– en la que se programó además debatir los pliegos de las nuevas autoridades del Banco Central y la suspensión del consenso fiscal del 2017 que el Presidente firmó con todos los gobernadores en la previa de Diputados.
