El emotivo video de dos hermanas correntinas que quieren ser adoptadas, una espera que lleva 6 años

Tienen 16 y 14 años, pasaron mucho tiempo separadas y desde que se reencontraron quieren permanecer juntas. La convocatoria está abierta a todas las personas del país, y completar un formulario es el primer paso para transformar sus vidas.

lunes 25/12/2023 - 9:13
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“Desde los 10 años que estoy esperando que alguien me diga: ‘Dolores, preparate porque vas a salir del hogar, vos y tu hermana se van a ir con una familia”, expresa la joven de 16 que vive en el “Centro Nueva Esperanza”, una institución en San Cosme, provincia de Corrientes, junto a su compañera inseparable, Margarita, de 14.

La dupla se reencontró en 2021, padecieron mucho la distancia durante un tiempo, y desde que volvieron a estar juntas, sueñan con no volver a separarse. Su mayor anhelo es que las adopten, y lo dicen con el corazón en la mano. Se pusieron muy contentas cuando supieron que Lucio, el adolescente correntino de 15 años, fue adoptado, y las llenó de ilusión para que ocurra lo mismo con ellas, indica Infobae.

La directora del hogar donde pasan sus días, Jimena Vallejos, cuenta cómo se desenvuelven en las rutinas, la admiración que siente por la personalidad de cada una, y con orgullo asegura que quien decida ahijarlas “tomará la mejor decisión de su vida”.

Jimena es profesora de nivel inicial, psicóloga social, y hoy dirige el centro que se inauguró hace cuatro años, justo cuando Dolores llegó al lugar. “Ella está institucionalizada desde hace más de siete años, en hogares, y siempre preguntaba por su hermana menor, decía: ‘¿cómo estará?’, ‘¿cuándo la voy a volver a ver?’, y hace dos años que están juntas de nuevo”, comenta. La mayor tenía 10 cuando su padre falleció, a su madre no la consideraron apta para criarla, y vivió junto a su hermano mayor, sin compartir tiempo con Margarita, hasta que ingresó al centro. “Les dolió mucho estar lejos, y por eso desde que se reunieron están más unidas que nunca, se tienen la una a la otra”, remarca la directora.

Cuando les preguntaron si querían ser adoptadas, no hubo dudas. Respondieron con un rotundo “sí”, que queda en evidencia en sus propias voces en el video que grabaron para presentarse y transmitir su deseo: “Nos gustaría sentir el cariño de una familia, que nos cuiden, nos protejan, que sean buenos y amorosos, y estar siempre juntas”.

La jueza de Familia, Niñez y Adolescencia de Goya, doctora María Gabriela Dadone, llamó a una convocatoria pública en junio de 2022, y aclaró que no hay necesidad de que las familias o personas interesadas estén inscriptas en el Registro de Adoptantes: con tan solo rellenar un formulario, comenzaría el proceso.

Hasta el momento no hubo solicitudes, y mientras tanto las adolescentes dibujan corazones en papeles de colores, casi como si resguardaran su propio amor para cuando llegue el glorioso día en que tengan con quién compartirlo. “Son muy amorosas, colaboradoras, buenas personas, y lo que quieren es sentirse queridas y acompañadas, porque ya han pasado por muchas cosas”, remarca Jimena, que anticipa que están organizando la fiesta de 15 de Margarita, que los cumple el 1° de enero, y así como prepararon el mismo evento para Dolores un año atrás, ahora será su momento.

“Son 15 chicos en el hogar, que participan en los preparativos, y a su vez ella va a invitar algunos compañeros del colegio y algunas personas que ya no trabajan más en el hogar, porque a veces el personal va y viene y los chicos se encariñan; así que va a ser una noche de reencuentros y estamos todos muy emocionados”, confiesa.

Se acuerda de las lágrimas que corrieron en los 15 de su hermana, porque algunos la conocen desde los 10, la vieron crecer y convertirse en una referente para la menor. “Son muy queridas por todos, porque son compañeras también de los más chicos, tienen mucha templanza y ayudan con los nuevos ingresos, e incluso cuidan a un nene de 8 años, que es el más chiquito y no quería dormir con los varones, entonces ellas lo protegen y comparten su cuarto con él”, revela.

Vocación social y pasatiempos

Las jóvenes son muy parecidas, a veces hasta se hacen el mismo peinado, o se visten de manera similar. Confían mucho en la otra, y las dos tienen una marcada vocación social. “Quiero estudiar abogacía y policía porque quiero ayudar a los niños que sufren mucho”, dijo la adolescente de 16 años en el clip, y contó que tiene como materia pendiente jugar al hockey, su deporte preferido. Tocar la guitarra, escuchar música y cocinar, son algunos de los momentos que más disfruta.

“Les va muy bien en la escuela, se desenvuelven solas, se desempeñan académicamente muy bien, y se formaron mucho dentro de la localidad, hicieron cursos de computación; no son cerradas a propuestas, en cuanto talleres y recreaciones, ellas están en todo siempre”, remarca la directora.

Margarita manifiesta una gran pasión para enseñar, y le encanta ir a la escuela. Su materia favorita es Formación Ética, y le siguen Biología y Matemática. También sabe cocinar, lo aprendió de su mamá, y su especialidad son los ravioles y los ñoquis con salsa. “Las pizzas también me salen ricas”, agregó, y al igual que su hermana, le gusta hacer actividades deportivas. Practica vóley y fútbol, y le gusta cantar.

Dolores siempre le dice a Margarita que estudie una carrera universitaria cuando sea grande, para que le abra puertas, y suelen intercambiar consejos. “Lo que más me gusta de ella es su cariño, su compañía, me gusta cómo me trata”, expresó la menor. Cuando les preguntan cómo se imaginan a la familia que las adopte, su pretensión ocupa menos de un renglón: “Que sean buenos, cariñosos, y que nos quieran”. Jimena pone una vivencia personal como ejemplo, para ilustrar cómo los momentos más simples de la cotidianidad pueden significar el mundo entero para estas niñas.

“Una vez yo la traje a Dolores a mi casa, cuando todavía Margarita no estaba, que es algo que a veces hacemos con el personal, se van un día a la casa de uno de nosotros. Y yo pensaba: ‘¿Qué hago con una adolescente?’, tenía temor de no sabér qué ofrecerle para que no se aburra, y le dije que se sintiera como en su casa, si quería mirar la tele o agarrar algo de la heladera, y ella me contestó: ‘¿Puedo entrar al baño? Porque bañarme con la tranquilidad de que nadie me moleste para mí sería todo’; y yo pensando qué le podría dar dentro de mi casa, cuando solo con eso ella ya era feliz”, reflexiona. Como comparten su día a día con 15 chicos, la hora del baño en el hogar está acompañada de griterío asegurado.

“Uno capaz piensa que no tiene mucho para dar, pero para ellas la comodidad de una casa, el silencio, y poder estar solas en un espacio, es más de lo que uno se imagina”, argumenta.

Al principio cuando se lanzó la convocatoria en junio, se centró en residentes de la provincia de Corrientes, pero ahora las chicas están dispuestas a trasladar sus vidas a cualquier punto del país. “Ellas te dicen: ‘A donde esté la familia que nos elija, nosotras vamos, juntas vamos a estar bien’”, comenta. Tal como explica Jimena, la voluntad conciliadora es lo que las caracteriza, han recibido contención psicológica para transitar sus duelos, y aprendieron que el diálogo es un camino necesario y positivo.

“Son muy educadas, siempre preguntan todo, y obviamente que tienen sus días porque pasaron por cosas difíciles, pero incluso en esos momentos se comunican y te dicen: ‘Hoy no estoy bien’, o ‘No quiero hablar hoy’”, indica. La vida en el centro tiene rutinas grupales, y comienza cuando se levantan a la mañana, desayunan y hacen sus camas. “Tienen una profesora que se dedica al área de Educación, sobre todo de los más de los chicos, pero como ellas las son más grandes suelen hacer algunas actividades solas, y si hay algo que investigar le piden a la profe, lo hacen en conjunto, como cuando tienen que hacer un trabajo práctico o necesitan ciertos materiales para una tarea”, describe.

Después de ducharse, almuerzan y van al colegio. “Vuelven a la tarde y a veces después de eso tienen sus actividades recreativas, como jugar al fútbol, al vóley, o ir a la plaza”, señala. También ayudan a poner la mesa y colaboran con las comidas. “Es como en una casa, están las 24 horas acompañadas, pero por más que brindemos mucha contención y ayuda, nunca va a ser lo mismo que formar parte de una familia”, sentencia.

Seis años de espera

Dolores lleva más de seis años ilusionada con que aparezca alguien, tal como dijo en el inicio del video de presentación. No le importa si se trata de familias monoparentales, parejas convivientes o matrimonios, y tiene muy en claro que el único requisito es que la adopten a ella y a su hermana, juntas. “El modelo de familia se construye, ellas con haberse reencontrado sienten que ya hay una oportunidad que antes no había, y no pierden la fe, de que al igual que a Lucio, se les dé”, sostiene. Confiesa que hay un poco más de ansiedad que sobrevuela en el aire, porque el tiempo sigue pasando y ellas siguen creciendo sin una familia.

“Más allá de que nosotros trabajemos ahí y que tenemos nuestras funciones, es imposible no encariñarnos y tener vínculos con los chicos, sobre todo con los adolescentes, que son los que más quedan, porque a los nenes más chiquitos por ahí los adoptan antes, pero a partir de los seis años es mucho más difícil”, explica. Cuenta que para las fiestas pusieron en marcha el programa de “Familias recreativas”, para que todos los niños puedan disfrutar de la Navidad y el Año Nuevo en un entorno familiar, acompañados de personas con las que compartieron tiempo en varias ocasiones. “Son familias que aunque no pueden adoptarlos, sí reciben a algunos chicos en su casa, a veces los fines de semana largos, o los llevan al cine un sábado, a un shopping; funciona como una red de apoyo y por suerte cada año hay varios interesados”, celebra.

Todas esas situaciones las hicieron desarrollar una gran capacidad de adaptación, y por eso Jimena no tiene dudas de que las hermanas sabrán desenvolverse cuando llegue el gran día. “Creo que Margarita y Dolores van a enamorar a la familia que las elija, por la unión, el cariño, y el respeto que las caracteriza; va a ser un bien no solo para ellas, sino también para quien comparta el día a día con ellas”, proyecta conmovida. Sueña con que el regalo de 15 años que más anhela la cumpleañera, se haga realidad. “Siento que así como ellas están buscando, debe haber alguien que las está buscando, y ya es hora de que ambas partes se encuentren, porque va a ser la mejor decisión que tomen en sus vidas”, concluye.

Los interesados deberán descargar el formulario de Convocatorias Públicas de la página web y enviarlo por correo electrónico al Registro de Aspirantes a guarda con fines adoptivos de Corrientes: [email protected]. También podrán mandar al correo electrónico del juzgado de Familia de Goya: [email protected]. Para consultas podrán comunicarse al teléfono fijo de RUA Corrientes: 3794-4104298. También pueden consultar a los teléfonos del juzgado: Celular/WhatsApp: 37777642222 o al (3777) 437631.

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