El dolor de la familia de Lucinda, la mujer asesinada con un martillo

Después de aguantar durante varios días en terapia intensiva, murió la mujer brutalmente atacada en Merlo, comenta TN. El dolor de su nieta. El dolor de Carolina y toda su familia es infinito. Lucinda, su…

viernes 03/07/2020 - 21:24
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Después de aguantar durante varios días en terapia intensiva, murió la mujer brutalmente atacada en Merlo, comenta TN. El dolor de su nieta.

El dolor de Carolina y toda su familia es infinito. Lucinda, su abuela, murió después de estar internada desde el 24 de Junio tras haber recibido un martillazo en un intento de asalto en su casa de Merlo. Hoy por la mañana les dejaron despedirla durante menos de una hora y a distancia por la pandemia. En su familia sienten que no pudieron despedirla y por sobre todas las cosas ya la extrañan. Lucinda era una mujer muy activa que se desvivía por su familia. Y hace poco más de un año se convirtió en tatarabuela.

Lucinda había sido sorprendida por el delincuente cuando sacaba con baldes el agua del pozo porque en el barrio no tienen cloacas. Carolina nos recibió en la casa donde vivía su abuela y al recorrer el lugar su mirada se pierde. Todavía no entiende cómo su nieto no va a poder disfrutar de su tatarabuela. Lucinda además trabajaba a sus 78 años en una casa de familia. Ellos tampoco pueden creer lo que pasó. Los vecinos aseguran que la zona es muy insegura.

«Cuando llegué estaba tirada, estaba toda golpeada» le dice Carolina a Rolo Barbano. Porque ella estaba en su casa y se entera de todo cuando la despiertan y le dicen que la habían golpeado para asaltarla. Pero pensaba que iba a estar con unos golpes leves y no como la encontró. Al lado de ella estaba el martillo que estaba en la casa y que el delincuente lo usó para atacarla. Por los golpes Lucinda sufrió dos paros cardíacos y un ACV.

«Yo creo que ese día la perdí» dice su nieta porque no pudo despedirse de ella y todos los días que siguieron estuvo con vida sólo por la ayuda de un respirador. 

«Le pedía por favor que no me deje» dice entre lágrimas. El delincuente está detenido pero temen que quede en libertad y por eso apelan a que se haga justicia «Nos arrebataron a mi abuela» cierra quebrada.

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