El jefe del Centro de Monitoreo, subcomisario Cristian Sartor, sostuvo que el impacto de las cámaras de seguridad frente al delito en Comodoro Rivadavia “es altamente positivo” en los tres meses que lleva de funcionamiento el sistema. Incluso, en algunos barrios los delincuentes también han dañado o intentado dañar cámaras, baleándolas, para evitar la vigilancia.
En enero se inauguraron 61 cámaras de seguridad y en la actualidad funcionan activamente unas 55. “Cuatro cámaras han sido dañadas. Una de ellas en las 1.008 viviendas, en las 1.300 y en otros barrios de las adyacencias. Algunas han sido reparadas y reubicadas”, comentó el jefe del Centro de Monitoreo, Cristian Sartor.
Las cámaras -algunas fijas y otras que giran en 360 grados- están distribuidas en diferentes barrios al igual que en los accesos a la ciudad a través de la ruta Nacional 3.
En opinión del subcomisario Cristian Sartor, responsable del Centro de Monitoreo, el sistema a contribuido al control del espacio público, ya que las cámaras permiten establecer los lugares más frecuentes donde se cometen ilícitos.
“Es altamente positivo porque mermó la cantidad de hechos delictuales. Esto me lo hacen saber en entrevistas los jefes policiales. Las cámaras han hecho cesar algunos hechos determinados. Una de las situaciones que me da pie de que sirven, es que una de las cámaras ha sido baleada en una clara intención de daño para que nosotros no observemos. La misma fue reparada y constituida en otro lugar de mayor utilidad”, graficó.
“Las cámaras no enfocan domicilios, ni personas en particular, sino comercios, sectorizaciones y entidades bancarias para la prevención. Dentro del predio contamos con el llamado de Emergencia de 101, se recibe el llamado y se da cuenta a la dependencia policial correspondiente, mientras que otro efectivo observa si en los alrededores hay alguna cámara que nos ayude a colaborar. Son más de 20 los hechos en donde se ha tomado parte”, dijo Sartor.
Las filmaciones dejan registrado el paso de las personas o conductas indeterminadas y sospechosas como así también por dónde circulan los vehículos sospechosos. La capacidad de almacenamiento de las grabaciones es casi ilimitada aunque duran archivadas hasta 30 días.
Para Sartor no se necesita “cantidad sino calidad”. El grupo de trabajo del Centro de Monitoreo es casi en su totalidad personal de experiencia. “Son conocedores, hay una selección determinada, gente con experiencia, con conocimiento empírico”, enfatizó.
Además, una vez que el Centro de Monitoreo recibe una llamada de la ciudadanía al 101, el pedido se traslada a la jurisdicción determinada y a los móviles del Comando Radioeléctrico que están en calle. El tiempo que transcurre desde el requerimiento hasta la llegada de la Policía, si la información está bien procesada y los móviles policiales se encuentran cerca del alerta, es mínimo y breve, aseguró Sartor.
(El Patagónico)
