Difundieron los resultados de la investigación por la caída del avión sanitario que se estrelló en el aeropuerto de Esquel en 2020 y causó la muerte de tres personas

La Junta de Seguridad en el Transporte completó su informe. El piloto fue el único sobreviviente y está procesado.

sábado 02/12/2023 - 0:41
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La Junta de Seguridad en el Transporte (JST) finalizó la investigación del accidente ocurrido el 5 de mayo del 2020 en el aeropuerto internacional de la ciudad chubutense de Esquel, donde un avión sanitario se estrelló cuando intentaba aterrizar. Producto del suceso, tres de los tripulantes murieron, mientras que el piloto sobrevivió y fue procesado por el delito de desastre aéreo culposo agravado, precisa Infobae.

La aeronave Learjet 35A matrícula LV-BXU había partido desde San Fernando para buscar a una menor que debía ser trasladada de urgencia hacia Buenos Aires. La JST determinó que el vuelo transcurrió sin inconvenientes hasta el inicio de la aproximación al aeropuerto, donde las condiciones meteorológicas eran adversas: había niebla que reducía la visibilidad, “por lo que se requirió de una aproximación de precisión a la pista 23, bajo reglas de vuelo por instrumentos”.

El informe detalla que, al no poder realizar el aterrizaje, el piloto inició la maniobra de escape realizando un viraje hacia la izquierda y fue allí cuando la aeronave impactó contra el terreno con el ala izquierda, se desplazó 400 metros y se detuvo en posición invertida.

La aeronave impactó contra el terreno con el ala izquierda, se desplazó 400 metros y se detuvo en posición invertida

Tras el choque, se produjo un incendio en la zona central del fuselaje. Aproximadamente 20 minutos después, el Servicio de Salvamento y Extinción de Incendios (SSEI) llegó al lugar. Pero aunque los ocupantes de la aeronave sobrevivieron al impacto, tres de ellos fallecieron más tarde.

La investigación del organismo descentralizado en la órbita del Ministerio de Transporte detectó que, durante el descenso, el controlador de tránsito aéreo de la torre del Aeropuerto de Esquel informó al piloto que previera el uso de una carta de navegación específica para realizar la maniobra de aproximación y aterrizaje por instrumentos. La visibilidad mínima requerida para ejecutar la carta era de 1200 metros y la aproximación al aeropuerto comenzó aún cuando era menor.

“Al llegar a la altitud de decisión, la aeronave continuó con la aproximación. La visibilidad continuaba siendo menor a lo requerido. En todo momento la visibilidad transmitida por la torre de control coincidió con la última información meteorológica reportada, pero el análisis de las comunicaciones reveló que la fraseología utilizada no fue precisa”, continuó el análisis de la JST.Dos de los tripulantes murieron en el acto. Un tercero falleció dos días más tarde

Por otro lado, la tripulación contaba con las licencias y habilitaciones requeridas por las Regulaciones Argentinas de Aviación Civil (RAAC), “pero se evidenciaron divergencias en la instrucción práctica entre el piloto y el copiloto”. “El piloto recibió su instrucción inicial y obtuvo la habilitación para la aeronave en un simulador. Por el contrario, el copiloto realizó su instrucción inicial y obtuvo la habilitación en vuelo en la propia aeronave, sin haber practicado en simulador ni ejecutado procedimientos como la aproximación frustrada”, se detalló al respecto.

Los investigadores además detectaron que el aeropuerto de Esquel no disponía de un servicio de sanidad aeroportuaria, a pesar de que lo exigía el plan de emergencia del aeródromo.

En el documento también se señala que, previo al accidente, el SSEI había realizado dos simulacros en condiciones de óptima visibilidad. Si bien uno de ellos obtuvo un resultado “regular”no se encontraron registros de los motivos de esta calificación, ni sobre las medidas sugeridas para mejorar el resultado.

Además, “el SSEI carecía de un manual de funcionamiento o procedimientos específicos para operar en condiciones de baja visibilidad”.

Por el caso, el piloto fue acusado del delito de desastre aéreo culposo agravadoPor el caso, el piloto fue acusado del delito de desastre aéreo culposo agravado

Como conclusión, la JST recomendó reevaluar y corregir las previsiones de las RAAC 61 en los contenidos referidos a habilitación de copilotos en aeronaves que requieren dos pilotos por certificación para su operación, de modo de asegurar de manera inequívoca niveles de conocimientos y competencias equivalentes en los miembros de una tripulación, así como para desalentar prácticas informales que distorsionen la estricta aplicación de la normativa, en letra y en espíritu.

Asimismo, aconsejó garantizar que los Servicios de Salvamento y Extinción de Incendios cuenten con un manual de funcionamiento, que incluya guías y procedimientos actualizados, para responder ante una emergencia. Y por último, implementar simulacros de accidente que reflejen de manera precisa y realista las potenciales condiciones meteorológicas desfavorables, así como las características y circunstancias propias de cada aeródromo.

Los cuatro tripulantes de la avioneta siniestrada: el copiloto Martín Batista, el piloto Mariano La Torre, el enfermero Patricio Walmsley y el médico Federico BassiLos cuatro tripulantes de la avioneta siniestrada: el copiloto Martín Batista, el piloto Mariano La Torre, el enfermero Patricio Walmsley y el médico Federico Bassi

En el accidente perdieron la vida el médico Federico Bassi (44) y el enfermero Patricio Walmsley (41). Ambos murieron en el acto. Dos días después del hecho, falleció el copiloto Ángel Martín Gamboa (50). En tanto, el piloto Mariano La Torre (35) sufrió heridas de consideración, estuvo internado y fue dado de alta casi un mes más tarde.

Mariano La Torre acumulaba hasta ese momento más de diez años de experiencia como piloto. Es el hijo del por entonces Director Médico de la empresa MD Fly, que realizaba con frecuencia vuelos sanitarios. Ahora está acusado por la Justicia Federal de Esquel.

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