El desastre ambiental ocurrió en el sector industrial Cullen en la comuna de Primavera, a unos unos 3.000 km al sur de Santiago de Chile. El combustible contaminó un río.
La contaminación provocada por el derrame de 720 mil litros de combustible afectó a un río y a unas dos hectáreas de terrenos pertenecientes a la Empresa Nacional del Petróleo de Chile (Enap).
Greenpeace advirtió que el derrame «podría amenazar gravemente a la biodiversidad de la zona». «Pueden afectar los sistemas de reproducción y alimentación de las especies a largo plazo», aseguraron.
Las causas del incidente permanecen en investigación. YPF y Enap trabajan en la zona ambientalmente devastada para recuperar el petróleo derramado y sanear la afectación.
«Ha sido recuperado aproximadamente el 75% del fluido, compuesto entre agua y crudo», aseguró Onemi en un comunicado de prensa.