
Una acumulación de abejas de generosas dimensiones se constituyó en contadas horas en el fondo de una casa del barrio Ceferino Namuncurá y causó temor en sus moradores.
Miles de insectos se posaron en una columna del patio trasero de una casa de la calle Laferrere, preocupando a la familia Macías, que en un primer momento y al descubrirlas quiso espantarlas, recibiendo una respuesta nada amistosa de las “usurpadoras”, señaló hoy el diario Crónica.
Ante ello, la situación se hizo más preocupante pensando en un posible ataque masivo a los moradores, entre los cuales se encuentra una joven mujer con un bebé de pocos meses, mamá que ante un eventual peligro para su seguridad y de la criatura decidió abandonar el domicilio y buscar albergue momentáneo en otra vivienda.
Lo extraño del caso, más allá que no es natural la instalación de un panal en esta zona, es que las abejas se instalaron en los fondos de la vivienda principal de Laferrere al 3.300, en la entrada a un galpón –colgando de las vigas de la construcción-, donde ni siquiera tienen árboles o espacios verdes que las convoquen.
Casos raros en esta zona
Consultado ante lo que parece una extraña conducta de los insectos, el doctor Basilio Stankewitsch señaló al matutino que “la ‘enjambrazón’, que es como se llamaría la instalación de la abejas, es común en lugares donde existen masivamente los insectos pero para nuestra zona es raro, más aún si se trata de las comunes o de jardines” explicó haciendo diferencia con las “chaquetas amarilla que se instalan rápidamente en algún lugar, se adueñan y se convierten en agresivas ante un eventual intento de sacarlas”, agregando que “esta especie es cada vez más vista en nuestra zona”.
En cuanto a cómo sacarlas del lugar elegido, el veterinario señaló que “existen dos métodos; uno es con humo, lo que permite una cierta protección para quien realiza la limpieza y los insectos se juntan en el enjambre y finalmente deciden evacuar si la humareda es profusa y, la segunda opción, es la fumigación con insecticidas comunes, aunque esto siempre es bueno que lo realice quien conoce el tema para evitar riesgo por intoxicación y, además, conviene la utilización de ropa especial o muy cerrada para evitar eventuales ataques”.
Respecto a la peligrosidad de picaduras, Stankewitsch aseguró que “si la persona es alérgica, el ataque podría ser hasta mortal. Si se tiene en cuenta que se trata de una colmena, de un enjambre, lo lógico es que la persona que actúe pudiera recibir muchas picaduras y la podría pasar muy mal”.